domingo, 26 de junio de 2011

Aventura gastronómica por Europa

En unos pocos días comienzo una pequeña recorrida por Europa y desde el momento en que empecé a planear este viaje no puedo para de pensar en todos los platos y recetas típicas que voy a probar en cada pequeño rinconcito. Sé que para aquellos amantes de la cocina y su historia, este tipo de experiencias son inolvidables y es por eso que quiero compartirla, a través de relatos y fotos, tratando de trasmitir la esencia de los ingredientes, las preparaciones y los mitos que rodean a las diferentes comidas. Roma, Atenas, Barcelona, Vigo, Lugo, Porto, Granada, Madrid, éstos son algunos de los puntos que seguro voy a visitar, y prometo contarles todos los detalles, incluso los precios, para quienes estén por encaminarse hacia algún destino similar.
Estén atentos porque  la aventura comienza muy pronto…

jueves, 9 de junio de 2011

Terrina de salmón ahumado, brócoli y coliflor

Esta receta se me ocurrió para provechar un poco de todos los restos que quedaron del finde en la heladera, pero resultó tan fácil y rica que seguro la voy a repetir. Sé que los ingredientes que aparecen en el título pueden no ser del agrado de muchos, pero les aseguro que combinados en la proporción correcta logran un sabor más que placentero. Yo lo hice en forma de budín o terrina, porque quería evitar la harina, pero bien puede servir como relleno para una tarta. Lo único que hice fue mezclar 300 grs de ricota magra con 3 0 4 fetas de salmón ahumado (lo pueden picar o procesar), 2 tazas de brócoli , 1 taza de coliflor (ya cocidos), y 3 claras de huevo. Condimenté con sal, pimienta y nuez moscada y lo cociné por 30 a 40 minutos en horno moderado (hasta que se note firme). No solo es fácil y delicioso, sino que es muy sano y liviano, ideal para aquellos a quienes les gusta cuidar la salud, como a mí.

lunes, 6 de junio de 2011

Postre de chocolate y café en 15 minutos

Es cierto que la pastelería es un arte y por eso requiere tiempo, paciencia y dedicación, pero también es cierto que la imaginación es una gran aliada a la hora de salir de apuros, y aquí está la prueba: un postre buenísimo en solo 15 minutos. Los que me conocen bien saben que odio los alimentos “industrializados”, pero a veces no tengo alternativa y recurro a alguna ayudita de la góndola, esta vez le tocó al pionono. A mi madre se le ocurrió invitar amigos a cenar  a último momento y tuve que improvisar “el dulce” de la noche, un arrollado de chocolate al café. El pionono puede ser casero o comprado, lo importante es el relleno. Para ello derretí 3 barritas de chocolate con 3 cdas. de crema y 2 cdas.  soperas de café soluble. Aparte, batí el resto de la crema (usé 250 cc en total) con 2 cdas.  de azúcar a punto casi chantillí. Incorporé el chocolate derretido al batido y le terminé de dar punto (ojo!, que no se corte). Humedecí el pionono con vino dulce ( o coñac, ron, whisky) , lo cubrí con la crema y lo enrollé. Yo lo decoré con merengue porque tenía hecho, pero se puede espolvorear con azúcar impalpable o cacao y queda perfecto. Lo ideal es hacerlo al menos 4 o 5 horas antes y conservarlo en heladera o freezer hasta el momento de servirlo.

jueves, 2 de junio de 2011

Dulce de membrillo


No estoy muy segura acerca de cuál es la mejor época de los membrillos, algunos dicen que la recolección se da en el mes de septiembre, otros hablan del otoño, pero lo cierto es que ahora se consiguen en todos lados y muy buenos. A mí me trajeron  unos enormes, recién cosechados de la quinta de la mamá de Rodolfo,  mi primo político,  y no pude esperar ni un segundo para empezar a hervirlos y hacer un dulce espectacular. Les cuento, y les muestro, los pasos a seguir.
Primero tenemos que lavarlos y ponerlos a hervir por unos 10 a 15 minutos. No deben cocinarse, es solo para que resulte más fácil perlarlos. Una vez pelados, les retiramos las semillas (las podemos  usar para hacer jalea, pero no son necesarias para el dulce), procesamos la pulpa. La pesamos y la ponemos en una olla con el mismo peso en azúcar. Para un kilo de pulpa, agregamos un vaso de agua, y empezamos a cocinar. El dulce tiende a pegarse, por lo que vamos a tener que revolver con cuchara de madera en forma constante (sí, un embole, pero vale la pena).

Con el correr de los minutos, se va a ir poniendo más denso y va a tornarse cada vez más oscuro.


Es importante no pasarse de punto de cocción porque puede quedar demasiado duro. Cuando vemos que al pasar la cuchara se ve el fondo del recipiente, ya es hora de apagar el fuego. Lo pasamos a un recipiente apto para el calor y lo dejamos enfriar, después se puede desmoldar. Si te llegara a quedar muy consistente, no desesperes, lo mezclás con un poco de agua, lo disolvés al fuego unos minutos y asunto arreglado.