miércoles, 29 de febrero de 2012

"Chan Chan", una caricia peruana al paladar, y al bolsillo...

 El viernes pasado mi tía me llamó y me dijo: “…¿vamos a cenar comida peruana?...”, y como era un asunto que tenía pendiente hace tiempo, no lo dudé ni un segundo. Ella, que conoce un poco más ese circuito gastronómico, ya tenía decidido el lugar, “Chan Chan”, en el barrio de Monserrat. Ella no lo conocía pero tenía muy buenas referencias, y quien se las dio, no se equivocó. El lugar no es muy grande, pero está súper limpio y decorado de una manera alegre pero no exagerada. Las mozas son atentas y prolijas (cada una con su uniforme).





La carta es muy variada, hay pescados, mariscos y todo tipo de carnes (de vaca, pollo, cordero, conejo) en diferentes cocciones (o crudas, como el ceviche o los tiraditos de pescado). El tamaño de los platos es justo para uno (salvo unos pocos que aclaran “para compartir”) y su precio promedia los $35 (sí, sí, aunque no lo crean). Cobran $4 de cubierto y te traen pan blanco con dos salsitas riquísimas, una picante (muuuyyy picante) y huancaína (salsa típica a base de queso y ají amarillo). Yo no pedí ceviche porque mi tía no come pescado crudo y la idea era probar entre las dos, así que optamos por “anticuchos de dos salmones”, (rosado y blanco, aunque el blanco sea falso salmón, estaba tan rico que no me ofendí por el error), $31  y “mero a lo macho”, $32. Los anticuchos buenísimos, el pescado, grillado, estaba bien crocante por fuera y jugoso por dentro, acompañado por batata hervida, morrón y verdeo picados. Verán que el plato no era demasiado abundante, porque en realidad figura como entrada. El mero lo sirven frito con salsa de mariscos, arroz y papa al natural. La salsa una delicia y el arroz con un perfecto punto de cocción. Mi tía lo pidió no muy picante, y vino casi nada picante, pero con la salsita que nos trajeron al principio lo condimentó perfecto.


Si los precios de los platos te parecen económicos, ni te cuento los de las bebidas: agua o gaseosa, $7, cerveza de litro (Heineken), $20, y el vino que tomamos nosotras, un tinto “Finca Beltrán dúo” de familia Zuccardi, $22, también tienen Ampakama, de San Juan, a $27, INCREIBLE!!!. Obviamente ya estoy planeando la próxima visita, y esta vez con ceviche incluído.
Si tenés ganas de probar algo distinto, no dejes de ir, queda en Hipólito Yrigoyen 1390. Ah!, andá temprano porque se llena rápido.

sábado, 25 de febrero de 2012

Lasagna de zuchini, salmón y champignon...

Una vez más, las pequeñas sobras que se fueron acumulando en la heladera (post- fiesta) dieron origen a un plato rápido, fácil y, lo más importante, riquísimo. Para remplazar la masa usé lonjas de zuchini que corté y cocine hasta que estuvieron tiernas, pero sin llegar a hacerse puré (al horno o microondas). Como relleno mezclé un poco de mousse de salmón ahumado (podés ver la receta en “Entradas”) con champignones y ciboulete picado. Y para terminar le puse una mezcla de los trozos de quesos que tenía olvidados por ahí (cremoso, muzarella, brie). Como ya estaba todo cocido, solo lo llevé unos 15 minutos al horno para que se caliente, se fusionen todos los sabores, se gratine y quede así de tentador…

lunes, 20 de febrero de 2012

O´toxo, segunda vuelta....

A poco tiempo del debut del blog les conté mi excelente experiencia en el restaurant O´toxo. Hoy, casi 9 meses después, siento casi la obligación de reconfirmar mi opinión y volver a sugerirles que visiten este “pequeño tesoro”  que ofrece la gastronomía porteña. El lugar ya lo presenté en su momento y pueden verlo en la entrada  del mes de abril de 2011. Antes de contarles lo que comimos en esta oportunidad quiero hacer hincapié en algo importantísimo: desde abril al día de hoy ningún precio aumentó más de un 10% o 15%. El servicio de mesa es de $5 e incluye una panera muy completa con pan blanco, negro, pan casero (delicioso) grisines y manteca. De entrada pedimos una empanada de raxo ($12) y, si la memoria no me falla, la porción creció con el correr del tiempo (cosa bastante inusual) y el sabor sigue siendo igual de rico que siempre.  A la hora de los principales las opciones fueron: corvina entera a la brasa ($38), perfecto el punto de cocción, y un sabor muy suave, lo cual denota la frescura del producto; lenguado al roquefort ($48), abundante y muy buena consistencia de la salsa;  lenguado con crema de camarones y mejillones sobre colchón de vegetales ($60), nuevamente excelente.



Con una entrada más, tres personas hubiéramos comido perfecto con dos platos principales. El café, $6, y el mismo vino que hace 9 meses pagamos $26, esta vez, $30 (Torrontés de Etchart Privado).  La atención de los mozos merece una mención aparte. Cuando llegamos todas las mesas estaban reservadas y aún así nos ubicaron en una, imagino que los mozos tienen muy bien estudiada la rotación de clientes y pueden tomar ese riesgo, pero no en todos lados lo hacen. Además, cuando llegó mi corvina a la mesa, me acercaron un platito extra para depositar las espinas, y una lata grande de aceite de oliva, de excelentísima calidad, para agregar sobre las papas al natural que acompañaban mi pescado; detalle que muchos restaurant que se jactan de ser de “categoría” deberían imitar. Como dije anteriormente, no pueden dejar de ir, pero tampoco pueden olvidarse de reservar.

jueves, 16 de febrero de 2012

Semillas para todos...

¿Cuántas veces habrás escuchado hablar de las propiedades de las semillas y su importancia en la alimentación?, en este último tiempo, seguro que muchas. La realidad es que todos sabemos que hacen bien, pero muchos no tienen idea de cómo usarlas, y les aseguro que no saben lo que se pierden. Algunas, como las de sésamo y girasol, tostadas, le aportan un sabor increíble a cualquier cosa que prepares. Otras, como las de lino, chía o amapola, por su aspecto, resultan muy decorativas, sobre panes o masitas.
Te voy a pasar algunas ideas y sugerencias para que, al menos de a poco, te vayas haciendo amigo de las semillas.

-          Todas las variedades pueden usarse crudas o tostadas en masas de panes, granolas, o ensaladas.
-          De girasol y sésamo: al tostarlas es cuando aparece su verdadero sabor (muy similar al de una fruta seca). Conviene tostarlas en el momento de usarlas y si te sobra, guardalas en envases herméticos. Ojo que después de una semana de tostadas pueden empezar a tomar un sabor rancio. Son ideales para agregar en ensaladas, espolvorear sobre tartas de verdura o mezclar en una granola. Las de sésamo se llevan bárbaro con la salsa de soja (buenísimas para aderezos), y las de girasol, tostadas con un poco de sal, son un snack diferente.
-          De chía, amapola y lino: tienen un sabor mucho menos pronunciado que las otras pero su color y textura las convierten en el ingrediente perfecto para agregar en masas de pan, galletas, grisines o muffins, y especialmente para decorar.
-          Las de lino conviene triturarlas un poco antes de usarlas porque es la única forma en que el organismo logra asimilar sus nutrientes.

Estas son solo algunas ideas, pero el tema no termina acá, porque cuando empieces a usarlas se las vas a querer poner a todo, y cuando leas las propiedades que te voy a contar a continuación vas a ver que, una vez más, sabor y salud van de la mano.
·    Amapola: sus semillas históricamente han sido empleadas como afrodisíaco. Por       otra parte, empleadas en cantidades acordes, las semillas de amapola pueden llegar a ser un buen sedante.
  • Sésamo : las semillas de sésamo (o ajonjolí, como también se lo conoce) ofrecen un gran aporte de calcio, hierro y ácidos grasos. Están muy recomendadas para el sistema nervioso central, además para ayudar a la concentración y la memoria.
  • Girasol: entre las principales propiedades del girasol se encuentra la de poseer ácidos grasos de gran calidad, que ayudan a reducir el riesgo de sufrir problemas circulatorios, infartos y otros males relacionados con el aparato cardiovascular.
  • Lino : son muy requeridas por su gran aporte de fibras, además de tener propiedades diuréticas y laxantes.
  • Chía: es fuertemente antioxidante, lo cual la convierte en un buen aliado para combatir el envejecimiento y todo tipo de problemas cardiovasculares, entre otras cosas. Son suavemente laxantes, aportan muchas fibras y colaboran con la depuración del organismo. Además de todo esto, la chía aporta buena calidad de proteínas, no tiene gluten (por lo que resulta recomendable para celíacos) y aporta minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc y vitaminas B.


lunes, 13 de febrero de 2012

"Top it", yogur helado con un toque exótico

Siguiendo con la búsqueda del yogur helado ideal, o al menos lo que yo conocí como ideal en Madrid,  este vez decidí ir a probar en “Top it”, otra opción en el barrio de Palermo. Si bien el lugar tiene cierta popularidad entre los conocedores del rubro la verdad es que la infraestructura del local es muy pobre, es chico, tiene un par de mesitas y sillas altas adentro, y reposeras (sí, reposeras como las de playa) en la vereda. El yogur en sí no es deslumbrante, pasable. Lo que hace la diferencia con la competencia son los “toppings”. Acá podés encontrar todo tipo de frutas frescas, frutos secos, granola y cositas dulces (galletitas, alfajores, turrón, etc…). También salsa de maracuyá, entre otras. Quiero hacer incapié en lo paradójico de las frutas, la banana estaba totalmente oxidada, pero por otro lado te ofrecían lichi (o litchi, o lichee) que es una fruta exótica originaria de China, muy difícil de conseguir, y por lo tanto, muy cara. La fruta no tiene un sabor definido y ahora que la probé, sé que jamás la pediría, ni ahí, ni en otro lado; pero hay que rescatar el hecho de que te den la posibilidad de probar (sin cargo) algo tan selecto. Pueden ver el lichi en primer plano, su sabor y textura me resultaron muy similares a los de las supestas uvas que vienen en los cocktails de fruta enlatados.



 ¿Los precios?, $18 el más chico, frente a $16 que está en la competencia más cercana. Me atrevo a decir que cuando me mencionen “Top it” voy a recordar más el hecho de haber probado una fruta rarísima que de haber comido yogur helado. 

De yapa les dejo unas fotos del árbol del lichi y su fruto.

jueves, 9 de febrero de 2012

Garrapiñada de almendra

Esta vez les propongo hacer garrapiñada en casa, y sin necesidad de usar un recipiente especial o estar horas mezclando sobre el fuego. Yo elegí las almendras, pero con las mismas cantidades y el mismo procedimiento se puede hacer de maní, castañas, etc…
Hay que pesar la misma cantidad de fruta seca, de azúcar y de agua (ej.: 150 grs de almendras, 150 grs de azúcar, 150 cc de agua). Poner el azúcar y el agua en una ollita (si es antiadherente, mejor, pero no es indispensable) y cuando empieza a hervir, dejar unos 5 minutos, agregar la fruta y empezar a mezclar con cuchara de madera. Después de unos minutos se va a empezar a cristalizar el azúcar y se formará una capa blanca sobre la fruta. Hay que seguir mezclando, aunque cueste un poco, hasta que el azúcar comience a fundirse levemente y adquiera un color dorado. Cuando vemos que se forma nuevamente esa especie de capa “escarchada”, pero marroncita, es el momento de apagar el fuego y volcar sobre un mármol. Esperamos que se enfríe y la conservamos en recipientes herméticos.

martes, 7 de febrero de 2012

Helado casero de fruta, 100% natural

Lo que les voy a contar es algo muy novedoso, al menos para mí. Una vez ví a una cocinera en la tele que procesaba una banana congelada y obtenía un helado súper cremoso, que, a la vista, resultaba más que tentador. Obviamente salí corriendo a poner una banana en el freezer y al otro día hice la prueba, realmente fue algo mágico. Durante este último tiempo lo fui haciendo con diferentes frutas, y con todas quedó igual de cremoso y rico. Lo que tenés que hacer es muy simple: pelar y cortar la fruta (en trozos chicos), colocarla en el freezer, en bolsa o recipiente hermético y esperar a que se congele. En el momento en que vayas a querer comer el helado, la sacás y la ponés directo en la licuadora, procesadora o mixer, y accionás la máquina. Al principio tal vez le cuesta un poco, pero en unos segundos vas a ver cómo se forma el helado. Creo que es el sueño de muchos, un helado con todo el sabor y las propiedades de las frutas, 0% grasa, 0% azúcar, 100% natural.
Si lo querés endulzar no uses azúcar (porque se volvería líquido), usá miel o edulcorante. Y si te gusta más “potente”, le podés agregar yogur en el momento de procesar la fruta.
El que ves en la foto es de banana por un lado, y ciruela y mango por el otro.

lunes, 6 de febrero de 2012

Chocolate "Águila" a mitad de precio

Sí, así tal cual lo leés. En “Doña Clara” (Av. Corrientes 2561), vas a encontrar todo lo que se ocurra del mundo de la repostería y la pastelería (materias primas, moldes, utensilios, máquinas, etc…) aunque a precios no demasiado accesibles. Pero hay una excepción: el chocolate de taza “Águila”. La misma tableta de 150 grs. que en cualquier otro lado sale entre $10 y $11, acá la venden a $4,95 ($33 el kilo), y si comprás el kilo completo te sale a $29,75, una verdadera “ganga”. La única diferencia es el packaging, que en lugar de ser el típico papel rosa, es una bolsita de plástico, lo cual para mí es una ventaja porque me permite ver lo que realmente hay adentro…mirá…

jueves, 2 de febrero de 2012

Flan de dulce de leche, más cremoso imposible...

Esta vez no voy a hacer ningún preámbulo sobre la receta porque no lo necesita, es un postre tan fácil y rico, que no puedo esperar para pasarles la fórmula mágica…
Para empezar tenés que mezclar 350 grs de dulce de leche con 3 huevos (incorporalos de a uno para que no se corte la mezcla) y después agregar 350 cc. de leche. Dejás reposar la mezcla 10 minutos y la volcás sobre un molde previamente acaramelado. Lo cocinás en horno medio, a baño maría, por 45 a 50 minutos (o hasta que lo notes firme), tapado con papel de aluminio para que no forme una capa dura en la superficie.
Podés multiplicar la receta (respetando las proporciones), pero tené en cuenta que el tiempo de horno va a ser mayor.
El que ves en la foto está hecho en una budinera clásica de 1 lt. de capacidad, para eso usé 4 huevos, 465 grs de dulce de leche y 465 cc de leche.