martes, 26 de mayo de 2015

Al Zein, un nuevo viaje a Medio Oriente

Después de un tiempito sin reseñar ninguna salida gastronómica, hoy vuelvo con una mis pasiones, la cocina de medio oriente. Si bien Al Rayán era el preferido indiscutible por su excelente relación precio-calidad, Al Zein, en Las Cañitas, está muy cerca de compartir, y porque no, robarle el podio. Hace rato que tenía ganas de probar su comida, y hace unos días finalmente lo hice. No fuimos a cenar a su salón de restaurant porque no ofrecen bebidas alcohólicas, y para mí una buena comida merece siempre ser acompañada por un buen vino, así que elegimos el vino en casa, y partimos en busca de nuestros shawarmas. 
Al Zein tiene un salón no muy grande, y pegado está el sector de comidas para llevar y delivery. El menú no es muy extenso, pero suficiente para caer en la tentación. 



Todas las porciones son enormes y los precios súper accesibles. Vean la lista actualizada al día de hoy. 

El shawarma (la estrella del lugar) puede ser de carne vacuna, de pollo, o mixto, en su versión sándwich o al plato. Pedimos uno de cada uno y una porción de postre similar al backlava pero relleno de crema pastelera. 



Todo estaba buenísimo, los sabores, el tamaño, la presentación. Por $200 comimos más que bien. En la próxima visita haremos un surtido de entradas frías y calientes y les contaré al respecto.

Al Zein está en Arce 488, su teléfono es 4775-1402. Abre todos los días, todo el día, menos los lunes al mediodía. Solo aceptan efectivo y el delivery es hasta 30 cuadras. 

domingo, 10 de mayo de 2015

Galletas crocantes de coco sin harina

Hoy te cuento que con 3 ingredientes podés hacer unas galletas súper crocantes, livianas y deliciosas ( y una vez más ATP). ¿No me creés?...hacé la prueba: licuá 1 banana madura con 4 cdas. de azúcar de mascabo o integral, a ésto agregale 6 cdas. de coco rallado (yo usé 3 de coco rallado y 3 de bagazo que me quedó después de hacer leche de coco). Extendé la mezcla sobre una plancha antiadherente o una placa lubricada, dejándola de medio dedo de espesor. Para la cocción podés optar por el deshidratador, si querés una versión cruda (tardan unas 8 hs, dando vuelta a medio tiempo); o por el horno convencional, cuidándolas mucho porque se cocinan enseguida. Las podés saborizar con vainilla o ralladura de limón. Conservalas en frascos herméticos para que se mantengan crocantes, aunque no creo que te duren mucho…



lunes, 4 de mayo de 2015

Salsa Huancaína crudivegana

Todo este tema de andar incursionando en el mundo crudivegano hizo que mi curiosidad y mis ganas de hacer pruebitas de laboratorio se exacerbaran. La semana pasada fui a comprar papaya y mientras esperaba para pagar ví varios sobrecitos con diferentes condimentos entre los cuales llegué a divisar uno que decía “ají amarillo picante”. Obviamente, lo primero que vino a mi cabeza fue “comida peruana” y al instante, “papas a la huancaína”, y por qué no hacer una huancaína crudivegana?... acto seguido, ya tenía el sobrecito en mi casa. Para quienes no las conocen les cuento que las papas a la huancaína son papas cocidas en rodajas acompañadas por esta salsa o crema hecha a base de ají amarillo, queso, leche, aceite, cebolla, ajo y galletas molidas (puede variar según el cocinero, pero éstos son los ingredientes básicos). Como el crudiveganismo no admite productos cocidos o de origen animal, lo único que pude respetar de la receta fue el ají amarillo (yo conseguí seco en polvo, pero se puede comprar fresco y secarlo en deshidratador o en el horno a muy baja temperatura), la cebolla, el ajo  y el aceite, el resto fue pura imaginación. Tenía que encontrar un sabor similar al queso: levadura en copos; otro parecido a la leche: castañas de cajú activadas (remojadas por 2 horas) y licuadas; y la textura de las galletas molidas que se la aportaron las mismas castañas. Conclusión: activé por 1 hora ½ taza de castañas de cajú, las puse en el vaso de la licuadora o mixer y agregué agua hasta cubrir, 2 cdas. soperas de levadura nutricional, 2 cditas. chicas del polvo de ají amarillo (pica muuucho), 1 chorro de aceite de girasol, 1 diente de ajo, ½ cebolla morada, jugo de medio limón (para aportar un poco del ácido que le daría el queso), sal y una cdita. de cúrcuma (para acentuar el color). Lo licué hasta que quedó una crema bien lisa. Las cantidades son aproximadas porque depende de cuán picante te guste y qué textura necesites según para qué la vayas a usar. Con papas queda buenísima, pero también va perfecto como aderezo de ensaladas, para untar el pan de un sándwich, y tal como hicieron hace unos días en casa los carnívoros, para reemplazar la típica salsa de yogurt del shawarma .