No es muy complicado hacer canelones, pero lleva sus pasos. La idea es que aprendas a hacer cada cosa por separado (relleno, panqueques, salsa blanca) y cuando te decidas, vayas adelantando algo, así el día de prepararlos solo te queda armar y meter al horno. Obviamente, si bien la receta la aprendí de mi abuela Pilar, yo le hice unos pequeños cambios, pero siempre respetando la esencia de la herencia.
Los
panqueques: mezclar 150 grs de harina con 2 huevos y agregar de a poco 400 cc
de leche, batiendo para que no se formen grumos. Se puede usar licuadora o
mixer. Dejar reposar la mezcla por 1 hora y hacer los panqueques.
Dato: se
puede reemplazar 100 cc de leche por agua, quedan más flexibles y livianos.
El relleno:
lavar y cocinar dos atados de acelga con sus pencas (las que son muy gruesas se
pueden descartar). Picar bien fino o procesar. En una olla dorar una cebolla y
un ajo bien picados con un chorrito de aceite, agregar la acelga, 1 lata de
picadillo o jamón del diablo y 1 huevo. Mezclar sobre el fuego para que quede
una preparación homogénea. Retirar y condimentar con sal, pimienta, nuez
moscada y queso rallado. Reservar
Dato: para
que el sabor del relleno sea más suave, yo no uso el picadillo y le pongo 200 grs de ricota.
También evito el rehogado de la cebolla y el ajo y le incorporo las cebollas
previamente caramelizadas en el horno.
La salsa
blanca: antes que nada, hago una salsa blanca bien espesa (tipo pegote, 4 cdas. de harina por 500 cc de leche, aprox.) y se la
agrego al relleno ya frío (unas 4 o 5 cdas. soperas). Después le sigo agregando
leche hasta que tenga la consistencia necesaria para cubrir los canelones. Es
importante que quede más bien fluida y que sea abundante porque durante la
cocción los canelones la absorben bastante.
El día del
armado rellenás los panqueques, los enrollás y colocás en una fuente
enmantecada. Cubrís con la salsa, espolvoreás con queso rallado y cocinás por
30 a 40 minutos, hasta que gratinen.