Mostrando entradas con la etiqueta Lugares. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lugares. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de agosto de 2016

"Restaurant Maschwitz", una grata sorpresa en el camino



El finde pasado fuimos a pasear para la zona norte, ruta 9,  para el lado de Escobar y Maschwitz. La idea principal era conocer el nuevo emprendimiento “Torrepueblo”, un barrio que pretende emular a La Toscana (en Italia). No está mal, pero tampoco vale la pena el viaje solo para ver eso; una construcción diferente, con una plaza central muy pintoresca, algunos locales gastronómicos y una feria de artesanías y productos locales. En fin, después del breve paseo, siendo la hora cercana al almuerzo y con ganas de justificar la salida, decidimos buscar algún lugar tranquilo para comer bien. Una opción era el Mercado de Maschwitz, pero un domingo, con clima de primavera, sabíamos que iba a ser un caos, así que lo descartamos enseguida. Yo dije, agarrá la colectora y algo va a aparecer. Mmmm…bueno, había unos cuantos lugares pero ninguno nos convencía, así que nos metimos directamente en Maschwitz, por lo que suponíamos era la avenida principal  (Avda. Villanueva) y después de ir y venir, estacionamos en una cuadra donde había dos locales, ambos restaurant y parrilla. Optamos por el que nos pareció un poco más pintoresco, dentro de la sencillez que caracteriza a los restaurants de pueblo. Oh sorpresa!...hicimos la mejor elección de los últimos tiempos. El lugar se llama “Restaurant Parrilla Maschwitz”. Es sencillo, pero se respira un ambiente muy cálido y familiar. Ahora vamos a lo que nos compete. La carta ofrece pizzas, minutas y parrilla. No cobran cubierto y te sirven tostadas saborizadas y mayonesa de perejil para la previa, y con los principales, pan fresco. Las ensaladas son un caso aparte. Abundantes, frescas, ($35 cada una) y para destacar los aderezos: ambos de primera marca! Ni en las mejores parrillas de Capital ví esas botellas servidas en la mesa, un lujo!...muchos deberían aprender.   


  
Para empezar pedimos chorizo ($35) y morcilla ($30), ambos enormes, crocantes por fuera y tiernos por dentro. 

Para seguir, una porción de vacío ($125), una porción de pechito ($115). Las carnes con una cocción impecable, se deshacían en la boca. La porción de pechito constaba de unas 10 “ribs” y un trozo de manta pura carne. 





Las bebidas sin alcohol chicas $30, hay bebida de 1,5 lts. Y la atención excelente, una sola camarera para todo el lugar, son dos salones grandes, y tuvo todo bajo control, sin perder la amabilidad ni un segundo. Para terminar, les comento que aceptan tarjetas.



Cómo llegar?, ruta 9, ramal Escobar, la salida de Maschwitz, hacia la derecha, debe ser km 42 aprox. Desemboca en  Avenida Villanueva, hacen 2 o 3 cuadras y la van a ver a mano derecha. Igual si lo buscan en google maps aparece.

lunes, 15 de febrero de 2016

"Moody", la nueva yogurtería de Belgrano



Hace unos años el yogur helado llegó a Buenos Aires, y aunque se abrieron varios locales, y muchos de ellos con excelente ubicación, entre todos  no lograron instalar la moda y atraer público en cantidad. Yo soy amante del yogur natural, así que probé muchos de ellos, es más, creo que todos, y si bien hubo unos mejores que otros, ninguno logró satisfacerme al 100%.
Hace una semana, pasé por “Moody” y dije, nueva propuesta, y no muy lejos de mi zona, tengo que ir!..y así fue.
Moody abrió hace 10 días, y lo que ofrecen son simplemente preparaciones a base de yogur helado (natural o sabor frutilla). Podés elegir pote, copa, sundae, smoothie o licuado. Nosotros optamos por el pote que, en cualquiera de sus tres tamaños, incluye 3 toppings y 1 salsa. Los toppings muy variados (frutas, cereales, frutas secas, galletas, etc…) y las salsas también (frutales, de chocolate y dulce de leche). 

 El helado resultó excelente, cremoso y un sabor entre lácteo, dulce y ácido perfectamente equilibrado.

Les dejo foto de las opciones para que vean que no solo resulta una alternativa súper conveniente para la salud, sino también para el bolsillo.
Moody está en Olazabal 2309 (entre Obligado y Cabildo), y abre de lunes a viernes de 10 a 21hs, sábados y domingos de 14 a 21 hs.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Hay vida en tu comida, y podés encontrarla en "JU", a pasos de Barrancas de Belgrano...

Hace unos cuantos días que no escribo en el blog, y no es por falta de ganas o de ideas, sino porque relamente mi tiempo se vió completamente consumido por un tema no menor: cumplir un sueño. Muchos saben a qué me refiero, pero para los que no están al tanto, les cuento que la semana pasada abrimos un local de comidas y jugos naturales a metros de Barrancas de Belgrano. Digo "abrimos", porque yo no soy propietaria, sino una especie de "gerente operativa", y aprovecho la ocasión para agradecer una vez más a Marcelo y Alejandra por confiar en mí para este proyecto. El local se llama "JU", y en él pueden encontrar comidas vegetarianas, veganas y crudiveganas, saladas y dulces, así como licuados con super alimentos y jugos naturales de frutas y verduras. Es el primer local en Argentina que ofrece jugos hechos con una máquina de prensado en frío, lo cual conserva sus propiedades intactas por hasta 5 días después de elaborados. Podría estar horas hablando del tema, pero prefiero que se acerquen y lo comprueben ustedes mismos, realmente se van a sorprender. Ojo!...como ya les dije más de una vez, lo que ofrecemos es ATP, o sea, para veganos, vegetarianos, crudívoros y omnívoros, creánme, todo lo que vayan a probar es un viaje de ida. Y en ésto tuvo que ver Diego Castro que nos acompañó durante todo el proceso, compartiendo su experiencia, sus conocimiento y su magia culinaria ( y aguantándome a mí, que no es poco!!!).
Los invito a todos que nos visiten, coman rico y  se lleven un poquito de vida para disfrutar...
Estamos en Juramento 1665, entre Arribeños y Montañeses, de lunes a viernes de 10 a 20, sábados y  domingos de 12 a 20.



lunes, 6 de abril de 2015

San Juan y sus tesoros (parte 3)

Finalmente llegamos a lo más esperado, la pregunta del millón: ¿dónde comer en San Juan?. En primer lugar les digo que hay mil opciones, y por todos los barrios. Además, lo más interesante no son solo los productos autóctonos con los que se cocina (aceite de oliva, aceitunas, verduras súper frescas, membrillos, frutas secas y demás), sino el servicio y la calidad que se ofrece. Antes de pasar a las fotos y platos les voy a enumerar las principales razones por las que comer en San Juan resulta un verdadero placer:

1)      Los precios son un 30% más bajos que en Bs As, o más. Como referencia les puedo decir que una Stella Artois de litro no pasa de $45
2)      Hay gaseosa y agua de 1,5 lits en todos lados
3)      Las porciones son súper abundantes vayas donde vayas y no escatiman en la cantidad y calidad de guarniciones y aderezos
4)      Todos los platos se pueden acompañar con diferentes guarniciones de verduras y ensaladas, y los vegetales son fresquísimos
5)      Todas las pizzerías trabajan con horno a leña (incluso las del shopping)
6)      Rara vez cobran cubierto, y si lo hacen, no pasa los $10 y se justifica con panera y algo para acompañar
7)      El servicio siempre es correcto y amable

Ahora sí, no los voy a aburrir demasiado, algunas fotos y aclaraciones, no creo que necesiten mucho más…
Empezamos por el restaurant del hotel donde nos alojamos, que abre mediodía y noche, todos los días (excepto domingos a la noche) y recibe a huéspedes y público en general.  No cobran cubierto, sirven una panera completa con panes y grisines, y vinos casi a costo. Hay mucha variedad de platos (carnes, pescados, pastas, ensaladas especiales) y de postres. La calidad excelente y los precios muy accesibles (ensaladas completas, con pollo, quesos, etc…entre $45 y $60; pastas con salsas especiales promedio de $70; carnes o pescados con guarnición entre $70 y $85).

Ensalada Cesar reversionada...


Ravioles caseros con salsa blanca (y muuucho queso)


 Ensalada completa con pollo


Costillitas de cerdo con salsa agridulce


Trucha al roquefort con papas al natural


Panqueque de manzana quemado al Rhum (pura manzana!)


A la hora de comer pizza nos recomendaron varios lugar, nosotros elegimos Pepe Pizza y no nos equivocamos. Las pizzas medianas son como las grandes nuestras, vienen cortadas en 6 pero las porciones son XL. La masa fina, dorada, perfecta la proporción, masa, salsa, queso. Pedimos una de muzzarella con albahaca (vean lo que es esa albahaca!), una de fugazzetta, 1 Imperial Stout de litro y un agua sin gas, y gastamos $225 entre los tres.



Si la idea es una buena parrilla hay muchas, y la mayoría ofrece la modalidad “diente libre” (léase, “tenedor libre” en porteño). Nosotros fuimos a “Bigotes”. El cubierto cuesta $130 en incluye parrilla libre, con mollejas incluídas!, papas fritas y una mesa de ensaladas excelente!. 

Si bien no incluye el postre, a mitad de la noche agregaron una bandeja enorme llena de uvas para aservirse junto con las verduras, así que nada mejor que un buen racimo de uvas para terminar la cena, y de yapa!

En pleno centro está el restaurant “Remolacha” que tiene una carta muy variada a precios accesibles, pero yo no estoy segura de recomendarlo, si bien no comimos mal, hubo algunos problemas con el servicio y el lugar en sí que no me terminar de convencer, tal vez será cuestión de darle otra oportunidad en la próxima visita.

En el patio de comidas del “Paseo Libertad” (Shopping en las afueras de la ciudad) hay muchas opciones, y no solo es económico, sino que el servicio y la atención son tan buenos que te olvidás del concepto “fast food” por un rato. Vos pedís y pagás tu comida en un mostrador y después te sentás en la mesa que quieras. Los camareros te llevan el pedido cuando está listo, en platos de loza y cubiertos tradicionales (nada de plástico, excepto los vasos) y hasta una panera sin cargo extra. Los platos son hechos al momento y a la vista, ricos, frescos, abundantes, insisto, no tiene nada que ver con la experiencia de comer en un shopping de Bs As.



En materia de helados no pueden dejar de visitar la clásica “Portho Gelatto”, la mejor heladería, no solo de San Juan, sino de las que probé últimamente. El helado es más que cremoso, tienen muchos sabores originales, y también algunos clásicos que en ciertos lugares quedaron en el olvido como el Pistacho. Obviamente el precio es muy bueno, el vaso mediano, que trae casi ¼ de helado cuesta $34, y hay vasos chicos por $18, como el que ven en la foto de un solo sabor.

Y dejé para el final lo que, para mí, fue el mejor descubrimiento de la ciudad en materia gastronómica: “Soychu”. Soychu es un lugar de comida vegetariana, donde se puede comprar comida para llevar $57 el kilo, o comer ahí mismo en su salón por el mismo monto $57, pero libre. Si decidís comer ahí la bebida se paga aparte, $15 agua mineral, $30 jugos naturales en botella de 500cc. Además no cobran servicio de mesa y te sirven una panera con pan de salvado riquísimo que elaboran ellos mismos. Las opciones de comida son muchísimas y todas deliciosas: ensaladas, legumbres, cereales, pasteles, pizzas y empanadas integrales, milanesas y hamburguesas, pastas, guisos, y mucho más!. Además tienen un almacén donde venden productos naturales y panadería y pastelería integral de elaboración propia (probamos varias cosas y todas excelentes!).






Hemos llegado al fin de esta aventura y lo único que me resta por decir es que lo que pude mostrarles yo es solo una pequeña parte de todo lo que San Juan tiene para ofrecer, anímense y vayan a descubrir San Juan y sus tesoros.  

miércoles, 25 de marzo de 2015

San Juan y sus tesoros (parte 2)

Como les prometí la semana pasada, hoy les voy a contar un poco sobre el mundo de las olivas en San Juan. 

Hace unos años que en Buenos Aires puede encontrarse, en algunos lugares exclusivos, una variedad de aceituna negra tipo griega. Para quienes nunca la probaron les cuento que a la vista es como una pasa de aceituna negra, y su sabor es muy suave y ligeramente dulzón. Esto es así por el proceso de curado en sal al que se las somete, donde pierden gran parte de su contenido de agua y con él también su amargor. A diferencia de las aceitunas tradicionales, no se comercializan en sal muera, sino al natural,  y se recomienda conservarlas cubiertas con aceite de oliva para resaltar su sabor y mantener su textura (ese mismo aceite de la conserva toma un sabor increíble y se puede utilizar para cocinar). Como les decía al principio, acá en Bs As solo se consigue en pocos lugares, pero en San Juan es como el “pan nuestro de cada día”, no hay plato de comida (pastas, ensaladas, pollo, carne, pescado, pizza, etc…) donde no haya aceitunas griegas como guarnición o decoración (ya lo van a ver cuando hagamos el recorrido del circuito gastronómico). De más está decir que en todos los negocios se consiguen y son muy económicas, entre $45 y $50 el kg.

Siguiendo con el mundo de los olivos, nos metemos de lleno en su derivado más preciado, el aceite. San Juan es una de las 4 provincias que concentran la mayor producción de aceite de oliva del país, y más allá de la cantidad (que es mucha, porque hay pequeños productores por todos lados), lo que impresionó fue la calidad. Vayas a donde vayas a comer, hasta una rotisería, el aceite que te ofrecen para condimentar es virgen extra (ya les dije que no se dice “extra virgen”, eh?...si no se acuerdan relean esta entrada: http://patoentusalsa.blogspot.com.ar/2012/01/aceite-de-oliva-virgen-extra-y-no.html). Esto se da porque evidentemente la mayor parte del aceite que se produce es de altísima calidad, y no te ofrecen uno de peor calidad simplemente porque no existe (para mí es el paraíso). Obviamente tuve la oportunidad de probar muchísimos y algunos me gustaron más que otros, pero realmente no hubo ninguno que dijera “este lo descarto”. Me vine muy contenta al saber que en nuestro país podemos darnos el lujo de consumir un aceite cuya calidad y sabor están a la altura de los italianos o españoles, y que su precio es totalmente accesible para cualquier bolsillo. Hablando del bolsillo, por favor no dejen que les roben acá en Bs As. Busque alguna casa que venda productos regionales o traten de contactar a algún productor, porque los aceites que venden en el súper son de mucha peor calidad y están muy sobrevaluados, para que se orienten, en San Juan el litro de aceite de oliva virgen extra más caro cotiza en $90, de ahí para abajo según el renombre de la marca. Si se dan una vuelta por San Juan no dejen de visitar “Campo de Olivos “, sobre la ruta 12, o “4 Generaciones” sobre la ruta 40 (parte de camino del vino también), y en la ciudad el museo “Don Julio”, donde podrán disfrutar de una detallada explicación del proceso productivo y una degustación de sus dos aceites.: “Don Julio” y “Tupelí”. 

Como no podía ser de otra manera, yo no compré en ninguna de las mencionadas, sino que en la feria de productores que les mencioné la semana pasada, me tomé el trabajo (bah, más que trabajo, fue un placer) de probar todos y cada uno de los aceites y finalmente elegí el de la familia “Genest”, un varietal Arbequina delicioso, suave pero muy aromático, ligeramente picante y con ese aroma a fruta verde o pasto recién cortado, tan característico de los aceites de excelente calidad (si tiene aroma o sabor a aceituna muy intenso el aceite no es bueno, así como el pescado nunca debe oler a pescado, o el vino, salvo excepciones, nunca huele solo a uva). La familia “Genest” no produce, todavía, para vender a gran escala, solo a particulares de la zona,  pero yo tengo “línea directa” con el paraíso, así que si hay algún interesado en este elixir, no tiene más que pedírmelo.


En la próxima publicación vamos a terminar la aventura recorriendo los mejores lugares para paladear los manjares  de San juan.

jueves, 19 de marzo de 2015

San Juan y sus tesoros (parte 1)

Cuando nos hablan de San juan lo primero que se nos viene a la mente es “El Valle de la Luna”, y si bien éste es un lugar increíble, lleno de figuras y colores que parecen irreales, San juan tiene mil y un tesoros más que, lamentablemente, están muy poco difundidos.

Lo primero que quiero destacar es la calidez y amabilidad de su gente, son humildes, atentos y muy educados.  La ciudad (San Juan Capital) no es muy grande pero sí bastante moderna, ya que después del terrible terremoto que sufrió en 1944, tuvo que ser reconstruída desde cero. Podría contarles mucho acerca de esto, pero lo mejor es que visiten San Juan y se den una vuelta por el “Museo de la memoria Urbana”, en el que, además de fotos y reseñas sobre lo ocurrido en 1944, hay un simulador en el cual podés sentir los movimientos como si estuvieras en pleno terremoto.
Dentro del perímetro urbano hay varios lugares por visitar: la casa de Sarmiento, el Parque 25 de Mayo, el convento Santo Domingo, y hasta el club Sirio Libanés, al cual entramos para averiguar sobre su restaurant y recibimos de yapa un paseo guiado por el club, que se destaca por su arquitectura morisca, digno de ver!



Yo no soy muy amante de los museos y la historia, me gusta más vivir el presente y conectarme con la cultura actual de los lugares a los que viajo, por eso en cuanto llegué puse toda mi atención en encontrar ese punto de conexión con “los lugareños” y tuve la suerte de que al otro día de haber aterrizado había una feria de productores locales que ofrecían todo tipo de comestibles y bebidas de sus propias fincas, obviamente, allá fuimos! En el afán por llevarme todo, no hice a tiempo de sacar fotos, pero acá hay una pequeña muestra de lo que compré: condimentos, pasas de uva, ciruelas secas, aceite de oliva aceitunas griegas, dulces; también había conservas saladas, frutas y verduras frescas, vinos, miel,  y mil cosas riquísimas, naturales y muuuy baratas. 

Los porteños deberíamos aprender un poco de ellos, ya que acá vas a una feria orgánica y te sacan la cabeza con los precios, poniendo como excusa el hecho de que todo es “natural y artesanal”, bueno, allá es al revés, al no haber intermediarios, el precio final es bajísimo, lógica pura!. También compramos muchas cosas en fruterías de la ciudad, y en todas nos redondeaban el peso para arriba, en una  de ellas compré un melón (menos de $10 el kilo) y me regalaron casi 1 kg de uvas solo para que conociera el sabor de la uva sanjuanina.
Siguiendo con la temática de las uvas les cuento que me sorprendió la gran cantidad de Bodegas que encontramos en los alrededores dela ciudad, algunas de ellas grandes y conocidas, como Graffingna, Callia o La Guarda, y otras más pequeñas y artesanales en las cuales me quiero detener.    La primer bodega que visitamos fue “Merced del Estero”, en las afueras de la ciudad, camino al dique Ullum (otro lindo lugar para conocer). Fuimos recibidos por su dueña quien, después de una visita por las instalaciones y una excelente explicación sobre el proceso de producción, nos invitó a pasar a la sala de degustación donde tuvimos el privilegio de probar el vino  Mil Vientos, en sus varietales torrontés, malbec y cabernet sauvignon, de su línea joven. 

Todos súper aromáticos y muy amables al paladar, aunque el Malbec fue el que más nos sorprendió, muy intenso el aroma y el sabor  a frutas rojas, ideal para quienes no somos amantes de los vinos con mucha madera, algo diferente que vale la pena probar (obviamente nos trajimos una botella, aunque se puede conseguir en Bs As en una vinoteca de Devoto).
También visitamos dos bodegas orgánicas: la champañera “Miguel Más” (sobre la ruta 40, camino a Mendoza) y “Fabril Alto Verde” (sobre la misma ruta, unos kms más lejos que la anterior). La champañera es un emprendimiento familiar donde todo se hace a mano y la producción es tan reducida que sus vinos solo se pueden adquirir en la misma bodega. Américo, el encargado de explicarnos el proceso desde la recolección de la uva, hasta el etiquetado de la botella, retiró una botella del freezer y pasó en ese mismo momento a realizar el proceso de degüello, donde al destapar, sale literlamente “disparado” el tapón de hielo acumulado en el cuello de la botella, y con él, todas las impurezas .

Una vez “degollado”, hicimos una primera cata del espumante, y luego, agregando en distintas medidas el licor de expedición, de la misma botella probamos dos variedades más (semi dulce y dulce). Excelente!

En “Fabril Alto Verde” producen vinos orgánicos, tienen una línea con etiquetas en castellano para la venta local, y otras líneas en diferente idioma para la exportación que realizan a varios países del mundo. Acá probamos 6 vinos (yo probé los 6, mis compañeros de ruta estuvieron más discretos, ya que veníamos de la champañera, lo cual no me intimidó en lo más mínimo). Todos los vinos son muy equilibrados, y ricos, obviamente, pero lo que más nos llamó la atención fue el espumante, que viene presentado en botella tradicional y con tapa a rosca, y aún así conserva todas las cualidades de su tipo, un gran y delicioso descubrimiento, del cual también nos trajimos una botella, además de un Torrontés que aún no tuvimos la oportunidad de probar.


Como broche de oro de nuestro viaje decidimos ir hasta la bodega “El Milagro”, en la localidad de Albardón, a unos 6 kms de la ciudad. Y cuando llegamos nos dimos cuenta de lo bien que hicimos en dejarla para el final, realmente es la joyita de San Juan. El proceso es completamente artesanal, sus trabajadores son gente muy humilde, pero así y todo se las arreglan para organizar eventos  (y con ello sumar algo de ingresos, ya que no son muchos los que provienen de la venta de vinos) y ofrecer sus viñedos para grabar programas de TV solo a cambio de algo de publicidad. Nos recibieron como si fuéramos de la casa y sin tener ningún tipo de tour o visita organizada nos mostraron todo, absolutamente todo lo que hacen para obtener los vinos. 

En una salita que haces las veces de cava había un hombre bastante mayor poniendo las etiquetas de los vinos, una por una y sin ningún tipo de máquina que lo ayude, más que el propio pulso de sus manos. En “El Milagro” pude descubrir como las uvas, al quedar al sol por determinado tiempo, terminan convirtiéndose en pasas naturalmente, y les juro que las probé y son las mejores pasas que comí en mi vida!. Miren atentamente la foto y van a ver las pasas que comienzan a formarse...

Hacen vinos tintos y blancos, y en ambos casos puede ser tradicional (ellos le llaman “seco”) o dulce, el tinto dulce es la perdición hecha vino, y nos les puedo explicar con palabras lo que es el moscatel. Los precios son desopilantes (de $35 a $45 la botella). Si no los comprás ahí podés llamar por teléfono y te los envían a Paternal por un flete muy económico.
De la visita a Graffigna mucho no les voy a contar, pero la recomiendo para aquellos que quieren conocer un poco de la historia del surgimiento de la vitivinicultura en nuestro país, ya que tiene un museo muy interesante con artefactos y maquinarias antiquísimas, a lo cual suman un video explicativo muy bien logrado.

Como conclusión les digo que estos es solo una milésima parte de todo lo que San Juan puede ofrecer en materia de vinos, creo que está muy subestimada respecto de otras provincias (sin desmerecer a sus vecinas) y vale la pena darse una vuelta conocer, aprender y disfrutar. En la próxima entrada les cuento todo sobre las olivas y su aceite.

martes, 3 de septiembre de 2013

Espacio G, para probar, comprar y recomendar...


Espacio G es una tienda especializada en vinos Premium. Vas a encontrar vinos exclusivos, que no se consiguen en supermercados o grandes cadenas de vinotecas. Para los más “ortodoxos”, también hay etiquetas tradicionales, y para los indecisos,  cuentan con un excelente asesoramiento por parte de los empleados del local. Hasta acá podría decirse que solo una “vinoteca gourmet”, pero no, Espacio G es más que eso. En primer lugar les cuento que todos los jueves y viernes hay degustaciones gratuitas de 17 a 20 hs. Yo fui el jueves pasado y tuve el placer de probar un “Sottano Reserva Blend” y un  “Quinto Sauvignon Blanc”. Los vinos, buenísimos, pero además debo destacar el recibimiento, la atención y las explicaciones brindadas por Juan Manuel y Martín, con quienes compartimos una pequeña pero muy interesante  charla acerca de los vinos argentinos en el mundo  y de quienes me llevé unas cuantas recomendaciones valiosas para mis futuras eno-compras. Por si esto fuera poco en Espacio G siempre hay descuentos por compras de  cajas cerradas y en las etiquetas degustadas, así como botellas sueltas con hasta un 50% de descuento. Yo compré dos varietales de  “El Esteco”, un blanco y un rosado, por $37 (las dos botellas), imperdible!

Espacio G está en Talcahuano 1177 y abre de lunes a viernes de 10hs. a 20hs., y los sábados de 10hs. a 14hs. Aceptan las principales tarjetas.

Visitalos en: