Para aquellos que no lo saben, les cuento que por una leve afección del intestino, en mi dieta tengo bastante restringidas las harinas blancas y el arroz. Obviamente, de vez en cuando me doy un gusto (pizza, paella, etc…), pero en lo cotidiano trato de evitarlos. Fue así que, investigando un poco, hace unos años descubrí que el trigo candeal y la cebada perlada resultaban un reemplazo perfecto del arroz. Tienen un valor calórico similar pero aportan mucha más fibra y además son más sabrosos, nunca se pasan o se pegan durante la cocción, y pueden conservarse 4 o 5 días en la heladera sin apelmazarse. Para cocinarlos tenés que hidratarlos un par de horas en agua fría, cambiar el agua y llevar a hervor (con abundante agua) por 40 a 50 minutos (cuanto más tiempo de remojo, menos tiempo de cocción). Van a estar listos cuando los notes bien hinchados y al morderlos resulten tiernos. En ese momento, los colás y enjuagás para que queden bien sueltos los granos. Podés usarlos como guarnición, en ensaladas, postres, etc…De hecho en Italia existe un plato llamado “Orzotto”, que se hace igual que el risotto, pero con cebada en lugar de arroz (la diferencia está en el tiempo de cocción). Yo, hoy por hoy, aunque pudiera volver a elegir el arroz, no lo haría ni loca. En el restaurant donde trabajo, hace un año, incorporé en la carta una ensalada que lleva trigo candeal, entre otras cosas, y es un éxito total. ¿Dónde los comprás?, la cebada perlada en dietéticas y el trigo candeal también en algún supermercado (en COTO casi siempre hay). Ah!...y el precio es muy similar al del arroz.
Les dejo una foto de ambos, la más clarita es la cebada perlada.
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