"El Ñandú"
ofrece una gran variedad de platos regionales, cortes de carne, pescados,
quesadillas, ensaladas y mucho más, todo cocinado en horno de barro o parrilla,
al igual que sus “primas hermanas” Las Cholas, Las Cholitas o Las Cabras. Si
bien la ambientación es muy similar en todas (mesas y sillas rústicas, mantel
de papel, velitas y crayones para dibujar), El Ñandú se caracteriza por su
entorno natural. Está en Acassuso y ubicado muy cerca de la ribera, inmerso en
una especie de bosque, por lo que parte de atrás del restaurant ofrece la
posibilidad de comer al aire libre y rodeado de árboles. El lugar es muy
grande, de hecho hay dos zonas de parrillas porque con una sola no darían
abasto para todos los comensales. Las mesas están bien distribuidas, sin
amontonar, y la atención, que en este tipo de lugares suele ser lenta, es
bastante ágil.
Respecto de la comida, siguen la fórmula de toda la cadena
mencionada al principio, no cobran cubierto y sirven pan casero con manteca (el
pan buenísimo, y la manteca siempre es
“Sancor”). Los platos son muy abundantes y muy bien servidos, y el precio más
que justo. Un hallazgo son los pescados, como el pacú a la parrilla que sale
sobre colchón de verdes, tomate, palta y champignones frescos ($69,50).
Perfecta la cocción y de sabor increíble, ya que el Pacú es un pescado de río
que suele tener gusto a tierra y este no fue el caso (ya lo había probado en
“Las Cabras” y también estaba buenísimo).
Y por
último un arroz de la estancia, salteado con hongos y gratinado con queso
($46,5), rico, pero hemos comido mejores.
La bebida
sin alcohol está $19, la carta de vinos es buena y con precios correctos.
"El Ñandú"
está en Sebastián Elcano 648, Acassuso. Abre todos los días, no aceptan
tarjetas y tampoco reservas, así que andá temprano o con paciencia.
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