Antes que nada debo admitir que esta ciudad era la que menos me interesaba conocer, pero después de dos días de caminarla de punta a punta, confieso que no me arrepiento de haber desembarcado allí. Sé que prometí contar todas mis experiencias culinarias en detalle, pero no puedo dejar de mencionar el encanto de sus callecitas de piedra, sí son igual o más lindas que cómo las vemos en las películas, y en especial la zona del “Trastevere” (detrás del río Tíber), donde cada una o dos cuadras hay pequeños bebederos encajados en antiguas piedras que te permiten disfrutar libremente del agua que es muy fresca y potable. Si hablamos de platos típicos, además de la pasta y la pizza, están los paninni (sándwich de pan crocante y aireado, con diversos rellenos) que podés conseguir en cualquier puesto callejero o restaurant al paso entre €3 y €4 . Yo tuve la suerte de ir a un lugar de venta de “pizza al taglio” (pizza al corte) donde pude probar pizza de papa, de muzarella, cuatro quesos y un paninni de tomate, berenjena y muzarella, ni más ni menos que de búfala (las porciones extra large depizza, entre€ 2 y €3 -lo que se ve en la foto es 1/3 de la porción- , y el paninni, €3 ).
Por la noche decidimos ir a un restaurant de comida típica romana y optamos por los menúes que por €10 o €13 euros incluían entrada (pasta en sus diversas formas), plato principal (omelette de zuchinni, vegetales grillados, “tripa” o mondongo a la romana, un queso ahumado y grillado con jamón crudo), postre (flan o panna cotta) y bebida (1 copa de vino, agua y pan sin límite). Un verdadero acierto.
No puedo dejar de mencionar el helado, cualquier “Gelattería” es artesanal, no existen helados de mala calidad en Roma. Por €2 te ofrecen un cucurucho (o vasito de plástico) de hasta 3 sabores y podés acompañarlo con crema si querés (incluida en el precio). El sabor y la cremosidad del helado no tienen punto de comparación con los nuestros.
Antes de ir al aeropuerto para seguir viaje teníamos que hacer un poquito de tiempo, y la opción más cercana fue un “Mc café” ubicado en frente a la “Plaza de la República” donde tomamos unos capuchinos excelentes acompañados con croissants extra-large y un muffin de chocolate super intenso (entre €1,5 y €1,80 euros el café con el bocado). Sin duda la relación calidad-precio-cantidad es muchísimo mejor que en nuestros pagos.
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