A la hora de elegir un corte de cerdo yo me quedo con la bondiola o el pechito porque, al tener mayor contenido graso, resultan más jugosos y sabrosos. Por eso cuando en casa se decide hacer un corte más magro, como el carré (que al resto de la familia le encanta) siempre busco la forma de “disfrazarlo” para que no quede muy seco. Hace un tiempo que encontré la fórmula para que quede un glaceado con la consistencia y el sabor perfectos, y un excelente equilibrio entre lo dulce y lo salado; pero días atrás, cuando me disponía a prepararlo, mi mamá me recordó que en la heladera había una botella de bebida “cola” abierta y, como en casa nadie toma gaseosa, me sugirió que la usara en mi plato, y eso hice. Mezclé un vaso de la bebida con dos cucharadas de kétchup, un vaso de salsa de soja y pimienta. Puse el carré en una fuente y lo cubrí con la mezcla. Lo cociné en horno medio por una hora (pesaba 1 kilo). Finalmente el resultado fue muy bueno, y aunque la gaseosa no forme parte de la dieta familiar, en este caso valió la pena el “permitido”.
Tener en cuenta! al principio el glaceado resulta un poco líquido y se resbala de la carne, pero a medida que avanza la cocción va tomando consistencia más similar a un jarabe y nos permite ir bañando el carré.
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