Si te gusta
el pan y te da bronca, como a mí, pagar una fortuna en el súper por un bolsa
llena de miga con gusto a no sé qué...no podés dejar de hacer esta receta. Es
muy fácil, rendidora y nunca falla.
Poné en un
bol 400 grs. de harina, mezclá con 1 cda. de sal y hacé un hueco en el centro.
Ahí agregá 22 grs. de levadura fresca, 1 huevo, 4 cdas. soperas de azúcar, 5
cdas. de aceite neutro y leche tibia en cantidad necesaria hasta formar un
bollo tierno. Dejalo descansar hasta que duplique el volumen, estiralo con las
manos en forma rectangular y enrollalo. Colocá el rollo en un molde de budín
(nro. 5) previamente lubricado y enharinado y dejalo levar nuevamente hasta que
sobresalga del molde. Cocinalo en horno moderado por 25 minutos. Ojo que al
tener azúcar se va a dorar mu fácil, tenelo controlado. Retiralo y dejá enfriar
sobre rejilla. Como todos los panes, aunque te mueras de ganas de probarlo
calentito, conviene esperar que se enfríe para cortarlo y que no se desarmen
las rodajas.
Yapa: con
esta misma masa podés hacer panes de hamburguesa, de pancho, o pancitos
saborizados, agregando hierbas, queso rallado o cebolla dorada.
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