Esta semana
ya les pasé un buen dato sobre bebidas, así que ahora le toca a la comida. El
sábado pasado queríamos comer pizza, pero nuestros estómagos no estaban como
para recibir algo demasiado “suculento” como pueden ser un par de porciones de
“El Imperio”, “Santa María” o “La Mezzetta”, así que yo propuse ir a conocer
“El Mazacote”, famoso por su pizza a la piedra. El Mazacote es una típica
pizzería de barrio, con un salón no muy grande pero sí muy limpio y agradable
(a diferencia de otros lugares tradicionales que se han venido a menos con el
tiempo). Si bien la especialidad es la pizza a la piedra, también la sirven al
molde, aunque esa quedará para la próxima visita. Los sabores que ofrecen son
los clásicos y los precios son muy acomodados, de hecho, creo que dentro de las
buenas pizzerías es la más económica. Nosotros pedimos una grande mitad muzzarella,
mitad napolitana sin ajo ($57). La masa es finita, aunque un poco “inflada” en
los bordes, como debe ser, y con el punto de cocción justo, dorada pero no
quemada. La cantidad de salsa y de queso fueron perfectas y con muy buen sabor.
También probamos la fainá ($6), grande, dorada y bien calentita; la fainazetta($12), cubierta con muzarella y cebolla, un gran acierto y la fugazaetta rellena ($12), rica, suave, la porción no era demasiado abundante, pero el queso llegaba hasta el final de la masa, así que aprovechable al 100% (lo cual no suele suceder con las pizzas rellenas).
Los postres son un capítulo aparte, el
más caro está $20 y son enormes. Probamos la isla flotante con sambayón y
estaba buenísima.
Acompañamos con una jarra grande de moscato ($32) y un agua sin gas ($10). No
dejen de ir, pero pasen el dato en voz baja, porque es chiquito y se llena
rápido.
El Mazacote
está en Chile y San José y solo aceptan efectivo.
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