Antes de
empezar con la receta propiamente dicha, debo aclarar el porqué de “pseudo”: la
salsa mayonesa (o mahonesa), según su receta original, se elabora con huevo,
aceite y jugo de limón, y justamente la idea en este caso es reemplazar el
huevo por algún vegetal, con lo cual no estaría bien llamarla simplemente
“mayonesa”. Si bien el huevo no es un alimento agresivo para la salud, muchas
personas deben evitar el consumo de yema por su contenido graso, y es por eso
que alguien tuvo la brillante idea de reemplazar el huevo por algún vegetal cremoso que le aportara sabor,
textura y color a un aderezo semejante a la mayonesa. A partir de esa idea,
podemos jugar con miles de combinaciones y olvidarnos de la idea de la mayonesa
original, simplemente crear un aderezo rico y vistoso para acompañar carnes,
ensaladas, sandwichs, etc…
Mi primera
versión fue de zapallo y palta. ¿Cómo la hice?, muy fácil: en un bol puse una
taza de puré de zapallo kabutia (puede ser calabaza, pero les va a quedar más
soso y aguado), ½ palta (es optativa), ½ diente de ajo, jugo de ½ limón, pizca
de sal y empecé a mixear, agregando de a poco aceite de oliva hasta que logré
una consistencia bien cremosa. Eso es todo!...
Otras combinaciones que hice y quedaron buenísimas:
-
Remolacha,
tahine (pasta de sésamo), jugo de limón y aceite de oliva
-
Zuchini
cocido, cebollas asadas, ajo y aceite de oliva
Importante!
-
Si
no te gusta el aceite de oliva lo podés reemplazar por girasol, maíz, uva o el
que más te guste.
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La
cantidad de aceite es a gusto, pero no te excedas, si ves que te queda muy
espeso, no agregues demasiado aceite, alivianalo con un chorrito de agua.
-
A
diferencia de la mayonesa casera que tiene poca vida útil por el huevo crudo,
estos aderezos se conservan hasta una semana en perfecto estado, tapados y en
la heladera.
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