El finde pasado, después de un tiempo sin visitarlo,
decidimos volver a Cuamaná. Si bien sabíamos que íbamos a comer rico y barato,
esta vez nos sorprendió con el plus de una excelente atención, que muchas veces
solía ser el punto flojo del lugar. Pedimos dos pizas chicas, una de espinaca y
salsa blanca ($74),
y una fugazzetta rellena ($76)
Ambas estaban
excelentes!...la masa es finita, pero no tipo cartón, crocante, sin
desperdicio. La cantidad de ingredientes en la proporción perfecta y muy
sabrosos. Éramos tres y comimos
demasiado, la última porción ya fue de gula, y por eso no quedó lugar para el
postre. Respecto de la atención, nuestro camarero estuvo atento desde el
momento en que nos sentamos y trajo todo tal cual le pedimos, sin demoras ni
olvidos. En cuanto pedimos le avisamos que íbamos a comer dos pizzas, pero que
le pedíamos primero una para que no trajera todo junto, y en cuanto sirvió la
primer pizza, él solo nos recordó que podíamos pedirle la otra cuando
quisiéramos, realmente estaba muy atento!
Además de las pizzas, siguen teniendo sus especialidades al
horno de barro, las cazuelas, entre $65 y $70, y les aseguro que, a diferencia
de muchos lugares que achicaron sus porciones, acá todo parece ser cada vez más
abundante.
También hay ensaladas, baguetones, calzones, picadas y
empanadas.
Siguen sin cobrar cubierto y nunca falta el pan casero (nos
trajeron 7 rodajas!) y la manteca Sancor.
Para quienes nunca fueron, les aviso que se llena rápido y
suele haber mucha espera, vayan temprano (antes de las 21hs) o con mucha
paciencia, aunque vale la pena.
Cumaná está en Rodriguez Peña 1149, abre todos los días
mediodía y noche, y solo aceptabn efectivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario