Tarde, pero seguro…no llegué a hacerlos para navidad, pero
sí para año nuevo. Esta vez les cuento cómo hacer dos variedades de turrón,
ambas súper fáciles, deliciosas y saludables. La primera es a base de maní, y
recuerda mucho al mantecol. Solo procesé 250 grs de maní tostado hasta llegar a
una harina, y en lo posible que se empiece a “empastar”, porque así nos
aseguramos de que largó su aceite natural. Después agregué 50 grs de azúcar de
mascabo (puede ser integral común), 3 cdas. de miel (yo usé de caña, pero la de
abeja funciona igual), y un chorrito de vainilla. Volví a procesar hasta que se
unió todo y se formó una pasta que pude moldear con las manos. Le dí forma, lo
envolví en aluminio y lo conservé en la heladera.
El otro turrón lo hice procesando 1 taza de dátiles hasta
que se formó una bola, a la que le agregué nueces y semillas de girasol. La
verdad es que la hice a ojo, pero calculo que entre nueces y semillas será un
poco más de 1 taza, vayan probando hasta que quede una masa que puedan moldear
pero que no se les pegotee. La saboricé con vainilla y ralladura de naranja.
Pueden usar otra fruta seca y las semillas les recomiendo activarlas
(remojarlas por 8 hs) y después secarlas, en horno mínimo o deshidratador. Para
terminarlo hay dos opciones: darle forma y conservarlo en heladera (queda
húmedo, pero firme) o darle forma y secarlo en el horno o en el deshidratador,
en caso de tener uno. Si no lo van a secar pueden pasarlo por coco rallado que
le queda buenísimo!
Como verán, amabas recetas son casi crudas, a excepción del
maní, que está tostado. También son completamente veganas, lo cual está bueno
porque los hace ATP, cosa que me encanta porque justamente la idea es poder
compartir una mesa donde todos disfrutemos y nadie se sienta como sapo de otro
pozo.
Démosle la bienvenida a un 2016 lleno de sabor y salud!!!
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