Es verdad que sobre gustos no hay nada escrito y que no existe una única receta para ningún plato de cocina, pero hay ciertas preparaciones tradicionales cuyos ingredientes esenciales deben respetarse para no perder el espíritu de la misma. Uno puede cambiar los ingredientes de una receta original, y de hecho muchas veces el resultado es mejor, pero no sería correcto seguir llamando al plato por su nombre si es que su “esencia” se perdió con ese cambio. Bueno, lamentablemente en Argentina se cometió ese grave error cuando se incorporó en la carta de postres la famosa “sopa inglesa”. La ofrecen las pizzerías más tradicionales y algunas confiterías y, si bien cada cual tiene su versión, lo más común es que se trate de un bizcochuelo muy embebido con alguna bebida alcohólica y con dos cortes de relleno, uno de crema chantillí y otro de dulce de leche, coronado por más crema y con una cereza, frutilla o durazno en almíbar de decoración. Yo les voy a contar, a grandes rasgos, un poco de la historia de su origen y ahí van a entender por qué digo que no podemos llamar “sopa inglesa” a lo que nos venden como “sopa inglesa”.
Su nombre original en italiano es “zuppa inglese”, sopa por lo húmedo de la masa e inglesa por que la idea fue tomada del “triffle” que era un postre inglés de la época isabelina, originalmente compuesto de una base de masa suave, mojada en vino dulce (como madeira, oporto o similar), enriquecida con trozos de frutas o frutas del bosque, y cubierta con crema pastelera, siendo como el trifle una forma de aprovechar las sobras de los ricos pasteles de la época. En algunas zonas de Italia se reemplazó la fruta fresca por fruta abrillantada, pero el resto de los ingredientes (bizcochuelo aireado, bebida alcohólica, crema pastelera) siguen siendo denominador común de este postre. La importancia de la crema pastelera llega a tal punto que algunos dicen que se llama “sopa inglesa” porque los italianos le llaman “inglesa” a la crema pastelera. No estoy segura de esto último, pero sí de que la crema chantillí no tiene nada que ver con la “sopa inglesa” y el dulce de leche menos aún (de más está aclarar que “nuestro” dulce de leche no puede ser parte de ninguna receta original que no sea argentina).
Aquí les dejo una foto de la sopa inglesa que sirven en la pizzería “Santa María”, en Chacarita. Es muy rica, tiene una mezcla de crema con dulce de leche, pero dista mucho de lo que debería llamarse “sopa inglesa” (sin ofender a los amigos de “Santa María” que hacen una de las mejores pizzas de Buenos Aires).
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