Después de
unas semanas sin dar señales de vida vuelvo al ruedo para contarles mi
experiencia gastronómica por el nordeste de Brasil. Me fui solo diez días, pero
pareció una eternidad, tanto que mi paladar y mi estómago aún no logran
re-adaptarse a Buenos Aires.
Estuve tres
días en Fortaleza y una semana en Jericoacoara, un pueblito de pescadores a 300
km de Fortaleza. Antes de contarles a cerca de los platos que probé les hago un
breve paneo de la cultura culinaria de esta región nordestina, como para vayan
entrando en tema (y se les vaya haciendo agua la boca).
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Vayan
a donde vayan y pidan lo que pidan, jamás les va a faltar en la mesa una buena
porción de arroz, solo o con feijón (poroto). El arroz para ellos es como el
pan para nosotros, es más, en la carta de algunos restaurants ni aparece el
arroz en la descripción de los platos, dan por hecho que está incluído.
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Comer
pescados o mariscos cuesta lo mismo o menos que comer carne, pollo, pastas o
pizza. Todos los productos del mar son excelentes y súper frescos.
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Dado
que están muy cerca del Ecuador tienen frutas tropicales y exóticas todo el
año. Cuáles? Mamón, mango, ananá, melón, sandía, banana, acerola, graviola,
guayaba, cajú, açaí, entre otras.
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Los
platos siempre son muy abundantes, a veces con un plato comen dos, y si dice
para dos, lo más probable es que coman tres.
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Nunca
se cobra cubierto, pero sí, en la mayoría de los lugares, cobran un 10%
adicional como propina obligatoria.
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Los
precios son muy accesibles, yo los voy a poner en reales, y calculen que en este
momento es real cotiza a $2,5, más el 20% si se paga con crédito, habría que
multiplicar por 3.
Empecemos
la recorrida por Fortaleza...
Fortaleza
es una ciudad enorme, con lo cual la oferta gastronómica es muy amplia, aunque
si estás cerca del mar, para mí lo mejor es comer en alguno de los barcitos que
están sobre la playa. Un pescado a la parrilla con ensalada y “baião” (arroz
con porotos), cuesta unos R25, para dos. La cerveza de 600cc, R3,75 (siempre
bien helada, por suerte!) y la caipirinha, R3,75.
Otra opción
es el filet de róbalo frito, con ensalada, arroz y macaxeira (mandioca frita),
también para dos, por R18. Evidentemente
la fritura estaba muy bien hecha porque yo no consumo fritos jamás y no me cayó
para nada pesado.
En los
últimos años se desarrolló un polo gastronómico en el barrio de “Varjota”,
donde hay opciones para todos los gustos y presupuestos (sushi, pasta, pizza,
carne, comida regional, etc…), pero lo ideal es elegir algún restaurant
tradicional, así que allá fuimos. Como veníamos comiendo y tomando bastante,
decidimos probar un pollo grillado con vegetales al vapor (que llegó con la
infaltable porción de arroz), muy bien servido y con muchas verduras (R32 para
dos de buen comer), y por el mismo precio había pescados con diferentes salsas,
también para compartir.
Para ir
terminando con la ciudad de Fortaleza no puedo dejar de mencionar el Mercado de
Beira Mar, que se ubica sobre la playa
todos los días de 17 a 22, donde podés
encontrar ropa, calzados, artesanías y productos típicos como la cachaça, las
castañas de cajú, solas o con miel y sésamo (una perdición, créanme!), salsas
picantes, frutas pasas, cocadas, etc...
Y el mercado de Peixe, en la playa de
Mucuripé, que abre desde la mañana hasta las 5 de la tarde. Ahí hay unos 50
puestos donde vos podés elegir el pescado o marisco que vas a comer, recién
sacado del mar, te lo llevás y en un lugarcito aparte te lo cocinan cómo vos
quieras. Hay mesas y sillas para comer ahí mismo y guarniciones y bebidas para
sumar.
Otras cosas
que no hay que dejar de probar son los camarones, la langosta, las patitas de
cangrejo, la moqueca (guiso de pescado, mariscos o raya, con leche de coco y
aceite de dendé) o las “bolinhas de bacalao”, unas mini croquetas deliciosas.
Para la
próxima les doy un paseo por los sabores de Jericoacoara…
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