Hoy te
propongo una idea diferente para aprovechar algún resto de puré de papa que
haya quedado en la heladera, y evitar recurrir a los clásicos, como las bombas
de papa, el pastel o los ñoquis. Es muy fácil, solo tenés que mezclar 1 taza de
puré de papa con 1 taza de queso tipo Pategrás rallado (o similar), 4 huevos, ½
taza de leche, 1 o 2 cebollas de verdeo picadas y 1 cda. colmada de fécula de
maíz. Condimentás con sal y pimienta, y volcás la preparación en un molde enaceitado.
Espolvoreás un poco más de queso por la superficie y cocinás en horno medio
hasta que se note firme y dorado. Para servirlo tenés varias opciones: hacerlo en
una placa o molde no muy alto y cortar bocaditos para servir como canapé,
cortar cuadrados más grandes y servir como una entrada caliente, o duplicar la
receta y hacer una súper torta que, acompañada con una buena ensalada, sirve
perfectamente como plato principal.
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