Lo
prometido es deuda, así que una vez más les voy a pasar una de las recetas que
aprendí en el curso de alimentación consciente. No sólo es sana y nutritiva,
sino que es deliciosa y muy fácil,y les juro que cuando la hagan más de un
omnívoro les va a pedir la receta. Se puede hacer en licuadora o con un mixer o
procesadora potente. La base de la salsa (lo que reemplaza a la mayonesa y la
crema) son castañas de cajú (1/4 de taza aprox.), que tenemos que hidratar en
agua un par de horas antes de utilizar para que se activen y se ablanden. Si no
tenemos tiempo, podemos obviar ese paso y hacer una harina con las castañas
para que el procesado posterior sea más fácil y la salsa quede más cremosa. Cuando
tenemos listas las castañas las mezclamos con el resto de ingredientes: ½ taza
de agua, 1 cda. de vinagre de mazana, ½ taza de aceite de oliva, 1 cdita. de
mostaza (en polvo o pasta), 1 diente de ajo, sal y pimienta a gusto. Licuamos
todo hasta obtener la consistencia que nos guste, agregando agua si fuera
necesario aligerarla, y cuando está lista le agregamos alga nori en polvo para
darle ese sabor “marino” tan característico de la salsa cesar. Si tenemos
levadura nutricional, le agregamos 1 cda. al momento de licuar. Esta salsa
sirve no solo para combinar con hojas verdes y hacer un ensalada “tipo cesar”,
sino como aderezo para cualquier otra verdura, en sándwichs, para untar, o para
acompañar una carne (en el caso de los que todavía las consumimos aunque sea en
poca cantidad).
No hay comentarios:
Publicar un comentario