Sí, “a la lata”, leíste bien.
Después de mucho recorrer y no encontrar en ningún bazar la muffinera con el
tamaño indicado, decidí recurrir a unas latitas de leche condensada que tenía
guardadas hace tiempo. Sabía que algún día serían útiles, y ese día llegó. La
receta de estos muffins o mini budines salados es una adaptación de otra que
encontré en internet que originalmente resultaba un poco “sosa”, así que decidí
darle unos toques personales para mejorarla.
Es muy fácil y ya te anticipo que si
no sos amante del brócoli, ésta es una excusa para empezar a tomarle cariño, el
sabor final, mezclado con el queso y el resto de ingredientes, es muy sutil, y
te juro que te va a encantar. De todas formas, podés reemplazar el brócoli por
cualquier verdura que te guste: coliflor, espinaca, chauchas, cebolla de
verdeo, zuchini, tomates secos, aceitunas…lo que quieras!
Para empezar tenés que mezclar 3
huevos con 150cc de aceite de oliva o girasol ( el de oliva le aporta más sabor
y color). Después agregale 200 grs de harina (yo usé 100grs de harina blanca y
100 grs de integral, pero puede ser toda blanca), con 3 cditas de polvo
leudante. Por último incorporá 50 cc de leche, 130 grs de brócoli cocido y 125
grs de muzzarella picada (puede ser otro queso, pero que sea sabroso). Ahora
viene el turno de las latas. Poné los pirotines adentro de las latas y después
rellenalos hasta ¾ parte de la lata, no te asustes, porque lo que queda fuera
del pirotín no se va a pegar. Colocá las latas en una placa y cocinalos en
horno moderado por unos 20 a 25 minutos, o hasta que se doren.
Para latas de leche condensada o
similares (tomate, arvejas, etc…) la receta rinde unos 5 o 6 muffins
grandecitos como éstos…
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