Hasta
hace un tiempo muchos asociaban los dátiles a la época de las fiestas de fin de
año, como las pasa de uva o los higos secos. En realidad hoy por hoy se
consiguen todo el año, y cada vez son más consumidos, en especial por todos
aquellos que llevamos una alimentación saludable. Su sabor y su textura no
tienen absolutamente nada que ver con la de otras frutas disecadas, como las
pasas, los higos, las ciruelas, los duraznos y los damascos. Cuando son buenos
y están bien maduros, parecen una mermelada, y no es exagerado eh!.Dependiendo
de la variedad, pueden ser más o menos dulces, y su sabor puede ir de algo
frutado a algo más “lácteo”, como manteca o dulce de leche…una delicia. La
principal producción se concentra en medio oriente, donde hay cientos de
variedades, lamentablemente acá llegan solo 2 o 3. Los que más se consiguen son
los “Medjool”, oscuros, grandes y más frutados, y los “Deglet Nour”, color más
tirando a ámbar, un poco más chicos y con un sabor que recuerda a un caramelo “butter
toffee” (son los de la foto)
Los
dátiles, además de ser deliciosos, tienen muchas propiedades:
-
Aportan
energía: unas 300 kcal cada 100 grs. En la antigüedad, los habiantes del
desierto han llegado a sobrevivir meses alimentándose solo de dátiles.
-
Tienen
vitamina A, B, D, Ey K, potasio, cobre, magnesio, calcio y hierro: gracias a lo
cual favorecen el sistema inmunológico, el desarrollo muscular, el sistema
nervioso y previenen la anemis.
- Alto
contenido de fibra: no solo favorece la función intestinal, sino que ayuda a
regular los niveles de colesterol. Si bien tienen un gran contenido de azúcar,
son un alimento con bajo índice glucémico. De hecho, muchas investigaciones
concluyeron en que un consumo promedio de 100grs diarios, no aumenta los
niveles de azúcar en la sangre y reduce los triglicéridos; sí que, si nos
moderamos, todos podemos consumirlos.
-
Regulan
el PH: son alcalinizantes, contrarestan el estado de acidez del organismo.
Son
ideales para reemplazar el azúcar o la miel en preparaciones dulces, o para comer
solos en lugar de una golosina cuando tu goloso te sale de adentro.
Y
para terminar les cuento un dato curioso, y un poco triste: promediando lso
años 50, en Argentina, más precisamente en “Quines”, provincia de San Luis, se
comenzó a gestar un proyecto para el desarrollo de la producción de dátiles en
el país. Hubo una gran inversión, y hasta se construyó un centro de
investigación. Con los años y los cambios políticos, todo quedó en la nada, y
en 1993 se remató el predio (pueden leer la historia en http://www.eldiariodelarepublica.com/sanluis-sugente/Los-Datiles-en-Quines-las-mil-y-una-noche-20150720-0016.html).
Actualmente,
en “Patquía”, provincia de La Rioja, hay gran cantidad de palmeras datileras,
que dan muy buenos frutos, pero lamentablemente no hay un plan de
comercialización, y es por eso que los dátiles que llegan al mercado son 100%
extranjeros. Perdón si ofendo a alguno, pero ésto es una muestra más de la
gravísima falta de administración de los recursos en Argentina, tanto por parte
del Gobierno, como de las empresas privadas; y no sigo porque no quiero
amargarme ni amargarlos….A comer dátiles, para endulzar el paladar y el alma!
Yapa:
trufas en 5 minutos!
Procesá
una taza de dátiles sin carozo y mezclalos con coco rallado y alguna fruta seca
piacada hasta que se forme una “masa” que no se te pegue en las manos. Formá
bolitas, pasalas por coco o cacao amargo y listo!!! Las podés saborizar con vainilla
y alguna ralladura cítrica.
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