Siempre digo que no hay
nada más placentero para mí que innovar en la cocina, los días de laboratorio
son los mejores, y más cuando las pruebas salen bien en el primer intento. Solo
con un par de agregados sobre la receta original de brownies logré algo
realmente increíble y mucho más simple de lo que creen.
Para la masa del brownie
derretí 100 grs de manteca con 150 grs de chocolate para taza y 50 cc de aceite
de girasol. Cuando se fundió bien agregué 400 grs de azúcar, 4 huevos y 140 grs
de harina mezclada con 1 cda. colmada de cacao amargo y 1 cita de polvo
leudante (todo en ese orden: huevos, azùcar, secos). Finalmente le incorporé
100 grs de maní tostado picado. Volqué la mezcla en una placa enmantecada y
enharinada y le fui poniendo, de a cucharadas, sobre la superficie, la crema (o
mantequilla, como le quieran llamar) de maní. Con un palillo le dí unas vueltas
para lograr el efecto marmolado y lo cociné en horno medio por 20 minutos.
No es necesario aclarar
que la combinación de chocolate y maní es deliciosa, pero no abusen de la
cantidad de crema que usan, con unos 200 grs va a ser más que suficiente, si
ponen más corren el riesgo de que algo falle.
Nota: la crema de maní la
pueden comprar o hacerla en casa. Yo simplemente procesé manì tostado, sin sal,
hasta que se formó una crema.
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