Mil veces me crucé con gente que me dice
que le encantaría hacer pan casero, pero que nunca amasaron, o no saben cómo
usar levadura, o que, simlpemente, no tienen tiempo. Bueno, hace unos días hice
una prueba y superé ampliamente mis expectativas, y les aseguro que cuando les
pase la fórmula unos cuantos van a ver su sueño cumplido. Ya sabemos que en
muchos lugares del mundo, en especial en Medio Oriente, es típico encontrar
panes chatos ideales para sandwich: pan árabe, pan pita, naan, lavash, etc…El
tema es que algunos de ellos requieren cierta “pericia” para que el resultado
sea bueno. Entonces, después de pasear mis pensamientos por todas esas recetas,
volví a un principio básico, cuanto más simple, mejor. Así que mezclé 3 cdas.
de harina integral con 3 cdas. de harina común, 1 cdita. de polvo leudante y 1
cdita. de sal. Hice un hueco en el centro y agregué 3 cdas. de aceite de
girasol y agua tibia hasta tomar una masa blanda que no se me pegoteó en las
manos. La dividí en dos bollitos de unos 85 grs. cada uno y dejé descansar por
5 minutos (sí!, solo 5 minutos). Estiré cada bollito con el palo de amasar (usé
harina extra para que no se pegue) de medio cm aproximadamente y los cociné en
una sartén con fuego medio, unos 3 a 4 minutos de cada lado, hasta que se doraron
levemente. Para cortarlos les sugiero usar un buen cuchillo de pan bien afilado,
porque casi no tienen miga y se pueden romper.
Yo me hice este increíble sandwich de
brócoli con “pseudo” queso de papa…Ustedes vayan pensando rellenos y les juro que
antes de que terminen de decidirse van a tener listos unos cuantos panes…
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