Hace un tiempo, durante una de mis investigaciones
gastronómicas, descubrí que en Villa Urquiza había un restaurant armenio (ellos
dicen árabe, pero ofrecen platos típicos armenios) que tenía excelente
reputación. Mi curiosidad me llevó un poco más allá y encontré un artículo
periodístico donde contaban que su dueño era un ex mozo de un afamado
restaurant de la colectividad, que había decidido abrir su propio negocio.
Obviamente, al otro día, con mi papá y mi mamá, que son amantes de esa cocina
igual que yo, ya estábamos pasando a conocer el lugar. En la planta baja está
el local a la calle donde se puede pedir comida para llevar o comer algo
sentado en alguna de las 4 o 5 mesas que tienen armadas. Hay shawarma ($20),
fatay ($6 y $7), variedad de carnes al fierrito, entradas frías y calientes y
unas cuantas especialidades armenias. Por la noche, desde hace unos pocos
meses, tienen la opción de comer en el
restaurant que está en el primer piso, y donde, los viernes y sábados, se puede
disfrutar del show de una odalisca, sin cargo adicional.
La primera vez pedimos un “cafta” para llevar y estaba muy
rico así que el finde pasado decidimos ir por más y reservamos una mesa en el
restaurant.
Antes que nada, debo mencionar que hubo algunos errores en
la atención, creo que por falta de experiencia de la moza, pero que la comida
estuvo tan rica que se lo perdonamos.
De entrada pedimos una ensalada belén ($25, muy rica, buena
cantidad de pasas rubias y castañas) y nos trajeron pan árabe tibio (cobran $5
de cubierto).
Como principales elegimos: shawarma al plato ($35), espectacular,
venía la carne con las verduras y la salsa típica cubierta con el pan lavash
(el típico con el que se envuelve el shawarma) y tenía un sabor increíble (yo
le saqué el pan para la foto);
subereg ($25), una delicia y el doble de tamaño
que en otros restaurants donde te cobran una fortuna;
y zuchinis rellenos ($25),
muy rico el relleno de carne picada y también la salsa de tomate que
acompañaba.
Para terminar, y no por quedarnos con hambre sino por puro antojo,
pedimos un fatay de verdura ($9), excelente el sabor de la verdura y la masa
muy fina y crocante. Aunque en la foto no parezca muy abundante, les aseguro
que tenía mucho relleno.
Lo único criticable de la comida, y que solo un
especializado en el tema lo puede notar, es que el subereg estaba hecho con
masa philo, cuando en realidad se hace con otro tipo de masa (la masa se philo
se usa para el pasha borek, que también tiene queso pero es completamente
distinto). De todas formas, como dije antes, estaba delicioso. La carta de
bebidas casi no existe, agua y gaseosa (hay de 1 y1/2 litro), cerveza y dos
etiquetas de vino, ah! y anís importado.
El show consta de una odalisca que, además de demostrar sus
habilidades de danza, invita a bailar con ella a los comensales. Como no podía
ser de otra manera, y para cerrar una “deliciosa noche”, mi papá se puso el
“¿turbante?” y salió a la pista a sacarle brillo al piso…eso sí, todavía no sé
si creyó que estaban sonando “Los Chalchaleros” o lo de él es puro arte fusión,
porque para mí eso era una zamba, de aquí a la China, o hasta Arabia bah!
Al Rayan queda en Blanco Encalada 4902 (casi Av.
Triunvirato). Su teléfono es 4524-3209 y está abierto de martes a domingo de 9
a 24 hs, y lunes de 11 a 17 hs. Aceptan tarjetas.
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