Después de los alfajores de “Maizena”,
decidí seguir con otro clásico, la pasta frola. Hay muchas versiones, pero para
mí lo más importante es el equilibrio perfecto entre la masa y el relleno. No
me gustan esas que tienen una masa gorda y blanda, tipo bizcochuelo, o una capa
finita de dulce, que parece pintada. Yo les paso mi receta, pero la pueden
hacer con la masa de tarta que más les
guste, y les repito: no escatimen con el dulce!...es el alma de la tarta.
Para la masa hice un arenado con 400
grs de harina, 100 grs de azúcar (común o impalpable, es casi lo mismo), 175
grs de manteca y 1 cdita. de polvo leudante. Agregué un huevo y un chorrito de
leche hasta formar el bollo, sin amasar demasiado. La dejé descansar en
haladera y mientras preparé el relleno. Puse en un bol entre 800 grs y 1 kg de
dulce de membrillo (puede ser batata) y lo llevé al microondas de a 1 minuto,
mezclando entre medio, hasta que se ablandó. Esto mismo se puede hacer a baño
maría. Como tenía que esperar que pierda temperatura, saqué la masa de la
heladera y la empecé a estirar (solo ¾ partes, el resto es para las tiritas de
decoración). Forré el molde (de 28cm) y pinché la superficie. La cubrí con el
dulce y después con las tiritas. Yo no la pinté con huevo, pero si te gusta,
podés hacerlo antes de llevarla al horno. La cociné en horno moderado por 40
minutos.
La yapa: como me sobró un poco de
masa y me dio lástima tirarla, le agregué unas nueces picadas, formé unas
bolitas y las aplasté un poco sobre una placa enmantecada. Las cocine por 15
minutos y “voilá”…
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