Antes de
que empiecen a dudar, les digo que no, la palabra “blondie” no es existe en
ningún diccionario de inglés. Es un término que se usa para denominar a cierta
preparación de pastelería cuya textura y sabor son similares a los de un
“brownie”, pero por no llevar chocolate, su color resulta mucho más claro, o
sea, rubio, y por eso se lo asocia a “blond” y no a “Brown”.
Si bien los
originales son dulces, a mí también se
me ocurrió hacer una versión salada y resultó un éxito total, así que hoy
decidí compartir ambas recetas para que pongan manos a la obra, porque además
de ricos, son cero complicados.
Mi versión
dulce: de manzana
En realidad
esta receta surgió como adaptación de unas masitas que hacía mi abuela paterna,
cuya receta encontré de casualidad y desde que la probé, no hubo nadie que se
le resista, hasta quienes no son amantes de la
manzana. Para empezar hay que batir 100 grs de manteca con 1 taza de
azúcar. Agregar 2 huevos, perfumar con vainilla, ralladura de limón y un chorrito de oporto (o similar);
incorporar en forma alternada 1 y ½ taza de harina, ½ cda. de polvo leudante y
½ taza de leche. Por último añadir 1 y ½ manzana roja pelada y cortada en
cubitos chicos (si la manzana no es grande usá 2). Volcar la preparación en un
molde enmantecado y enharinado y espolvorear con azúcar. Cocinar en horno
moderado por 30 minutos, o hasta que se dore la superficie.
Yo, esta
vez, usé una asadera rectangular para cortar cuadraditos, pero
muchas veces uso un molde redondo y queda una torta húmeda espectacular, eso
sí, la cocción lleva unos minutos más.
Mi versión
salada: de queso y cebolla
Lo primero
que hay que hacer es picar 2 cebollas medianas y dejarlas en un colador con un
puñado de sal gruesa por una hora aprox., hasta que suelten todo el líquido
ácido. Pasado ese tiempo, enjuagarlas con agua hirviendo, escurrirlas y
reservar. En un bol mezclar 3 huevos, 1/3 taza de aceite (puede ser girasol u
oliva), 1 taza de leche, condimentar con sal, pimienta y hierbas a gusto. Incorporar
1 y ½ taza de harina con una cdita. de polvo leudante. Agregar 350 grs de
ricota y 350 grs de muzzarella. Volcar en un molde lubricado y enharinado y
cocinar en horno moderado por 30 aprox. Se pueden comer calientes, tibios o
fríos.
Yapa: a
esta misma receta le podés agregar pedacitos de jamón, pollo o verdura, y tenés
un pastel que, con alguna guarnición, te sirve como plato principal.
Buenísimo. Una tentación que valdrá la pena examinar. Saludos, CArlos de "EL ROLLITO".-
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