La idea de
hoy surgió buscando la forma de aprovechar la pulpa de almendras que queda
después de hacer la leche. Habíamos secado la pulpa llegando a obtener una
especie de harina, y como ésta no tiene gluten, decidí seguir con esa línea y
hacer algo apto para celíacos, y porque no para veganos. Así que solo mezclé
100 grs de “harina de almendras” (hecha con la pulpa deshidratada), 75 grs de
coco rallado, 100 grs de azúcar mascabo, 1 taza de manzana rallada, 50 cc de
aceite de girasol, vainilla, canela y ralladura de limón. Puse la preparación
en una placa lubricada y lo cociné en horno bajo por unos 30 minutos. El
resultado? Unos cuadraditos súper húmedos y deliciosos, ideales para saciar a ese “goloso” que todos
llevamos dentro sin sacrificar un ápice de nuestra preciada salud.
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