sábado, 4 de julio de 2015

Nuestro pequeño crudívoro interior

Como ya les conté, desde fines del año pasado estoy embarcada en la dichosa aventura de adentrarme en el mundo del crudiveganismo. No hay una carrera universitaria para recibirse de “crudivegano” o un manual que nos dé una definición exacta de esta palabra; como la mayoría de las cosas en la vida, todo es cuestión de probar. La experiencia demostró que con este tipo de alimentación se pueden sanar muchas enfermedades y prevenir otras tantas, y no es ninguna novedad que la comida es el combustible de nuestro cuerpo y es lógico que a mejor calidad de lo que ingerimos, mayor será nuestro rendimiento.  Hay mucha bibliografía e información en internet respecto de este estilo de vida, pero para resumir un poco y entender el porqué de ciertas cosas,  les voy a mencionar, con mis palabras,  lo que aprendí hasta ahora:
  • -          Consumir alimentos crudos, activados o germinados, en su mayoría frutas, verduras (en especial hojas verdes), hierbas, especias, semillas, hongos, algas y legumbres.
  • -          Los alimentos no deben exponerse a más de 42° C, ya que a partir de esa temperatura sus enzimas mueren y el cuerpo necesita usar las propias para digerirlos, gastando energía innecesariamente (para eso se usan el sol o los deshidratadores de alimentos).
  • -          No consumir cereales ni derivados. Sí,  arroz yamaní, mijo, quinoa o amaranto.
  • -          Todo lo que se consume debe ser orgánico, o sea, libre de pesticidas y productos químicos.
  • -          No consumir productos de origen animal.
  • -          Las semillas y frutas secas se activan (se remojan) para facilitar la producción de enzimas benéficas, incentivar la cantidad de vitaminas y facilitar su digestión.
  • -          No  consumir ningún tipo de azúcar. Algunos consumen miel o azúcar de coco. Se puede utilizar stevia natural.
  • -          Incorporar súper alimentos: maca, espirulina, chía,etc…
  • -          Utilizar sal marina o del Himalaya preferentemente
  • -          Evitar la soja y sus derivados, aunque de vez en cuando se puede usar salsa de soja o tofu, siempre que sean orgánicos.
  • -          Se considera una dieta crudivegana cuando el 80% de la misma está constituído por alimentos crudos.

Ahora bien, la mayoría de ustedes estarán pensando que esta alimentación es aburrida, complicada y que solo unos pocos pueden adaptarse, la realidad es que es todo lo contrario: es infinita la cantidad de platos que pueden prepararse y todos son muy sabrosos gracias al uso de las hierbas, especias y semillas; y lo más importante, aunque no nos demos cuenta, todos tenemos nuestro lado crudivegano oculto. Quien no se tentó alguna vez con un guacamole, una ensalada de rúcula, peras y nueces, o de pepino, cebolla, tomates y aceitunas; una tapenade o un pesto de tomates secos; una salsa criolla o un chimichurri;  un plato de arroz yamaní con verduras de estación o una coleslaw de repollo, zanahoria y manzana; una ensalada de frutas o un licuado de banana y leche de coco y ni que hablar de un mix de semillas y frutos secos con miel. Todo lo que acabo de mencionar son preparaciones crudiveganas que comemos muy a menudo sin detenernos a analizar a qué tipo de alimentación pertenecen. Es que todos llevamos nuestro pequeño crudívoro interior.  El crudiveganismo es una elección, hay quienes la hacen todos los días de su vida, y quienes la toman de vez en cuando, algunos más seguido que otros. Yo, por ejemplo, soy omnívora, pero nunca fui fanática de la carne y por eso, sin planearlo, mi alimentación siempre fue muy rica en frutas, verduras, legumbres y semillas, por lo que la mayoría de los días de la semana elijo platos que cumplen con los preceptos del crudiveganismo, pero no por eso voy a decir que soy “crudivegana”, al menos no por ahora. Creo que lo importante para quienes quieran llevar una alimentación saludable es tratar de incorporar cada vez más este tipo de alimentos y técnicas, y ver qué pasa con su cuerpo, porque cada uno digiere y asimila de una manera diferente.


Quienes me siguen en Facebook habrán visto unas cuantas fotos de las recetas que fui probando y algunos curiosos quieren saber dónde adquirir esos manjares; bueno, no quiero contar demasiado pero  les puedo adelantar que estamos terminando de cocinar un proyecto al respecto y que en muy poco tiempo  tendrán excelentes novedades. Para este proyecto contamos con el asesoramiento de Diego Castro, referente argentino de la cocina crudivegana. Diego fue el pionero en nuestro país, y hoy tengo el privilegio de nutrirme de sus conocimientos y experiencia. Diego no solo tiene una trayectoria de años en el tema, sino una gran generosidad al compartir su tiempo y transmitirme toda su pasión por la salud de nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Hace unos días hicimos una degustación y me gustaría terminar con algunas fotos de las cosas que preparamos con Diego, miren con atención y díganme si siguen pensando que los crudiveganos solo “viven de ensalada”.

Falafel de semillas con salsa de cilantro


Sandwich de palta con vegetales y crema de tomates secos


Sushi


Torta de chocolate



domingo, 21 de junio de 2015

Focaccia rápida, sin levadura

No hay cosa que me ponga de mejor humor que hacer una “prueba de laboratorio” (léase, cocina) y que resulte todo un éxito, y fue el caso de esta receta.  Es una especie de pan o focaccia sin levadura, lo cual implica, poco tiempo, poco trabajo y mucho sabor!. Yo agarré lo que tenía a mano y terminó siendo de tomates secos, pero se puede hacer saborizar con aceitunas, cebolla, panceta, queso, longaniza, frutas secas, etc…Lo único que tenés que hacer en poner en un bol 2 tazas de harina con 2 cditas. de polvo leudante, condimentar con sal y especias, hacer un hueco en el centro y agregar 1 huevo, ½ taza de aceite de oliva, ½ taza de tomates secos hidratados y picados y agua hasta formar una masa “chiclosa” (no metas las manos porque se te van a pegotear). Volcás la mezcla en un molde enaceitado y enharinado, y te fijás que no quede de mucho más de 2 dedos de altura aprox. Cocinás en horno moderado hasta que esté bien crocante (unos 30 minutos). Lo podés consumir como pan, cortado en forma transversal para rellenar o hacer tiritas y secarlas en el horno hasta conseguir unas deliciosas tostaditas.  


miércoles, 17 de junio de 2015

Cumaná, para mí, de lo mejorcito de Buenos Aires

El finde pasado, después de un tiempo sin visitarlo, decidimos volver a Cuamaná. Si bien sabíamos que íbamos a comer rico y barato, esta vez nos sorprendió con el plus de una excelente atención, que muchas veces solía ser el punto flojo del lugar. Pedimos dos pizas chicas, una de espinaca y salsa blanca ($74),

 y una fugazzetta rellena ($76)

Ambas estaban excelentes!...la masa es finita, pero no tipo cartón, crocante, sin desperdicio. La cantidad de ingredientes en la proporción perfecta y muy sabrosos.  Éramos tres y comimos demasiado, la última porción ya fue de gula, y por eso no quedó lugar para el postre. Respecto de la atención, nuestro camarero estuvo atento desde el momento en que nos sentamos y trajo todo tal cual le pedimos, sin demoras ni olvidos. En cuanto pedimos le avisamos que íbamos a comer dos pizzas, pero que le pedíamos primero una para que no trajera todo junto, y en cuanto sirvió la primer pizza, él solo nos recordó que podíamos pedirle la otra cuando quisiéramos, realmente estaba muy atento!
Además de las pizzas, siguen teniendo sus especialidades al horno de barro, las cazuelas, entre $65 y $70, y les aseguro que, a diferencia de muchos lugares que achicaron sus porciones, acá todo parece ser cada vez más abundante.
También hay ensaladas, baguetones, calzones, picadas y empanadas.
Siguen sin cobrar cubierto y nunca falta el pan casero (nos trajeron 7 rodajas!) y la manteca Sancor.
Para quienes nunca fueron, les aviso que se llena rápido y suele haber mucha espera, vayan temprano (antes de las 21hs) o con mucha paciencia, aunque vale la pena.

Cumaná está en Rodriguez Peña 1149, abre todos los días mediodía y noche, y solo aceptabn efectivo.

martes, 9 de junio de 2015

Galletas de avena, un clásico que no falla

Esta receta de galletas de avena es infalible, rápida, fácil y con pocos ingredientes, además, admite muchas variantes. Podés hacer la masa básica y separarla en varios recipientes para agregarle diferentes ingredientes y que cada uno tenga su preferida. Manos a la obra. En un bol mezclar 1 huevo con 75 grs. de azúcar integral (podés usar común) y 75 cc de aceite neutro. Perfumar con vainilla y agregar 100 grs de avena y 75 grs de harina con una cdita. de polvo leudante. Unir todo, formar bolitas y disponer sobre una placa enaceitada. Aplastar un poco las bolitas, dejando un espacio entre cada una porque se van a extender un poco durante la cocción. Cocinar en horno medio entre 15 y 20 minutos, cuando veas que la base está doradita sacalas y pasalas a una rejilla. Van a estar un poco blandas, pero en cuanto se enfrían quedan súper crocantes. ¿Qué le podés agregar a la masa básica? Trocitos de chocolate, frutas secas, maní, semillas, ralladura de cítricos, pasas de uva, fruta glaceada, etc…Si te sobran, cosa que dudo, guardalas en frascos herméticos para que no se humedezcan, duran mucho!


lunes, 1 de junio de 2015

Pizza vegana con “pseudo-queso de papa”

Sí, sí, ya sé, suena raro lo de queso de papa, no?...y es que en realidad no es queso, porque no parte de la base de ningún lácteo, aunque el resultado final es sorprendemente similar al de un queso cremoso o una muzzarella. Hoy les voy a pasar dos recetas (base y queso para la pizza) y varias ideas para utilizarlas. Empezamos por el “pseudo-queso”. Las cantidades son aproximadas y dependen de la cantidad de queso que quieran hacer, pero para tener una idea, vamos a partir de 500 grs. de papa. Cocinamos la papa con cáscara, al vapor o hervida (también puede ser al horno envuelta en aluminio), y cuando está bien tierna la pelamos. Le agregamos sal, pimienta, un chorrito de jugo de limón, 100 cc de aceite de oliva y 2 cdas. de agua natural. Licuamos o mixeamos y vamos a ver que se empieza a formar una crema bien elástica, como un queso cremoso derretido que hace “hilos”, eso significa que está listo. Si lo queremos un poco más fluído le agregamos unas gotas más de agua.
Para la base de la pizza tenemos que cocinar una parte de arroz yamaní con 2 y ½ partes de agua hasta que la absorba por completo. Va a quedar muy al dente, es lo que necesitamos. Una vez cocido lo dejamos enfriar y le agregamos 1 cda. de aceite de oliva y una cdita. de sal, procesamos un poco, sin que llegue a hacerse una crema, y con la ayuda de las manos humedecidas formamos la base presionando sobre una pizzera enaceitada. El grosor dependerá del gusto de cada uno, pero no las hagan muy finitas porque se pueden endurecer mucho. Una vez formada la base la vamos a cocinar en horno suave unos 15 a 20 minutos, hasta que veamos que se dora levemente y se despega del molde. La cubrimos con salsa de tomate y con el pseudo-queso de papa, espolvoreamos con orégano y volvemos al horno hasta dorar. Les juro que queda buenísima!...


Otras ideas:
  •       El pseudo-queso lo pueden usar para berenjenas o zapallitos rellenos, para terminar un risotto, o saborizarlo y servirlo frío como un untable.
  •       Con las bases de arroz yamaní se pueden hacer tartas, sándwichs, canapés o galletas.
  •        Las bases de arroz yamaní se pueden conservar perfectamente en el freezer. 

martes, 26 de mayo de 2015

Al Zein, un nuevo viaje a Medio Oriente

Después de un tiempito sin reseñar ninguna salida gastronómica, hoy vuelvo con una mis pasiones, la cocina de medio oriente. Si bien Al Rayán era el preferido indiscutible por su excelente relación precio-calidad, Al Zein, en Las Cañitas, está muy cerca de compartir, y porque no, robarle el podio. Hace rato que tenía ganas de probar su comida, y hace unos días finalmente lo hice. No fuimos a cenar a su salón de restaurant porque no ofrecen bebidas alcohólicas, y para mí una buena comida merece siempre ser acompañada por un buen vino, así que elegimos el vino en casa, y partimos en busca de nuestros shawarmas. 
Al Zein tiene un salón no muy grande, y pegado está el sector de comidas para llevar y delivery. El menú no es muy extenso, pero suficiente para caer en la tentación. 



Todas las porciones son enormes y los precios súper accesibles. Vean la lista actualizada al día de hoy. 

El shawarma (la estrella del lugar) puede ser de carne vacuna, de pollo, o mixto, en su versión sándwich o al plato. Pedimos uno de cada uno y una porción de postre similar al backlava pero relleno de crema pastelera. 



Todo estaba buenísimo, los sabores, el tamaño, la presentación. Por $200 comimos más que bien. En la próxima visita haremos un surtido de entradas frías y calientes y les contaré al respecto.

Al Zein está en Arce 488, su teléfono es 4775-1402. Abre todos los días, todo el día, menos los lunes al mediodía. Solo aceptan efectivo y el delivery es hasta 30 cuadras. 

domingo, 10 de mayo de 2015

Galletas crocantes de coco sin harina

Hoy te cuento que con 3 ingredientes podés hacer unas galletas súper crocantes, livianas y deliciosas ( y una vez más ATP). ¿No me creés?...hacé la prueba: licuá 1 banana madura con 4 cdas. de azúcar de mascabo o integral, a ésto agregale 6 cdas. de coco rallado (yo usé 3 de coco rallado y 3 de bagazo que me quedó después de hacer leche de coco). Extendé la mezcla sobre una plancha antiadherente o una placa lubricada, dejándola de medio dedo de espesor. Para la cocción podés optar por el deshidratador, si querés una versión cruda (tardan unas 8 hs, dando vuelta a medio tiempo); o por el horno convencional, cuidándolas mucho porque se cocinan enseguida. Las podés saborizar con vainilla o ralladura de limón. Conservalas en frascos herméticos para que se mantengan crocantes, aunque no creo que te duren mucho…