Esta idea surgió pensando en algo rico y fácil para los más pequeños (en casa está Thomy, el nieto de una amiga de mi madre que nos visita casi a diario), pero bien puede servir como una opción para un tapeo informal. No hay receta, ya que los hice con el relleno que me sobró de las empanadas de jamón y queso (ver receta). Lo único que hay que tener en cuenta es que el relleno debe estar bien frío y duro a la hora de armar los bocaditos. Tomamos porciones y le damos forma con la mano. Las rebozamos como hacemos con las milanesas y las cocinamos (fritas o al horno). Al mismo relleno se le puede agregar alguna hierba o reemplazar el jamón por alguna verdura (brócoli, repollitos, acelga, choclo). Son mucho más sanos y ricos que los prefritos del supermercado, y quedan buenísimos, sino me creen preguntenle a Thomy...
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