Volviendo
a la línea de recetas crudiveganas, hoy me voy para el lado de los dulces y les
cuento sobre este postre que es rico, fresco, nutritivo y apto para todo
público, omnívoros, veganos, crudiveganos y celíacos. Además se hace en pocos
minutos y te saca de cualquier apuro.
Para la base hay que procesar: 1 taza de
fruta seca (nueces, almendras, cajú, o lo que tengas a mano), 1 taza de
semillas de girasol, 2 cdas. de pasas de uva previamente remojadas, 1 cda. de
miel, 1 cda. de coco rallado, unas gotas de vainilla y ralladura de 1 naranja.
Se va a formar una pasta con la que vas a forrar la base de una tartera. Para
el relleno tenés que rallar 4 o 5 manzanas (verdes o rojas, según la quieras
más dulce o más ácida) y una vez ralladas hay que colarlas para retirar todo el
jugo, tiene que quedar bien seco. Mezclá las manzanas con el jugo de ½ limón,
canela y si la querés más dulce, un poco de edulcorante, no azúcar porque va a
largar mucho líquido y se va a desarmar. Cubrí la base con el relleno de
manzanas y llevá a la heladera hasta el momento de consumir. Al relleno le
podés agregar frutas secas o disecadas picadas y la ralladura de algún cítrico
para realzar el sabor.
La de la foto es individual, pero con las cantidades que te pasé hacés una grande.
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