miércoles, 11 de septiembre de 2013

Alfajores tipo marplatenses


A pedido de muchos seguidores, les voy a pasar la receta para hacer unos alfajores buenísimos. Si bien están lejos de ser como los marplatenses, sí son muy superiores a cualquiera que se puede conseguir en los kioscos. No son difíciles, pero es importante respetar los ingredientes y las cantidades, porque todo, por mínimo que parezca, tiene su razón de ser en esta preparación.
Para hacer la masa hay que mezclar 200 grs de manteca blanda con 150 grs de azúcar, 50 grs de miel y 1 huevo. Perfumar con vainilla y ralladura de una naranja (no limón, NARANJA). Agregar 400 grs de harina, 100 grs de almidón de maíz, 10 grs de cacao amargo, 1 cdita. de polvo leudante y 1 cdita. de bicarbonato de sodio. Formar el bollo sin amasar y dejar descansar en heladera por unos 20 minutos. Estirar la masa de 2 a 3 mm de espesor y cortar discos del tamaño que quieran el alfajor. Cocinar en horno medio, en placa enmantecada, por 10 a 12 minutos. La base se va a dorar levemente pero la parte superior no. Dejar enfriar.

La masa rinde mucho, pero se puede guardar en el freezer sin problemas.

 
Para el relleno se puede usar dulce de leche repostero o dulce de frutas. Yo hice una variante con dulce de batata y nuez que quedó increíble.

 
Para la cubierta de chocolate podés optar por un baño de repostería, chocolate cobertura o chocolate semi-amargo derretido con manteca (1 parte de chocolate por ½ de manteca). Tené en cuenta que el chocolate tarda unas horitas en secarse una vez que los bañamos.

Dato importante: cuando derritas el chocolate o la cobertura le podés agregar un trozo de cáscara  de naranja o mandarina para saborizar que luego vas a retirar. No le pongas ralladura porque se va a notar la textura y no es la idea.

 
Para el glaseado, mezclá azúcar impalpable con gotas de limón y agua hirviendo hasta lograr la consistencia deseada.




 
No te olvides!!!...si los hacés de un día para el otro, queda muchísimo mejor!!!

jueves, 5 de septiembre de 2013

El Mazacote, verdadera pizza a la piedra


Esta semana ya les pasé un buen dato sobre bebidas, así que ahora le toca a la comida. El sábado pasado queríamos comer pizza, pero nuestros estómagos no estaban como para recibir algo demasiado “suculento” como pueden ser un par de porciones de “El Imperio”, “Santa María” o “La Mezzetta”, así que yo propuse ir a conocer “El Mazacote”, famoso por su pizza a la piedra. El Mazacote es una típica pizzería de barrio, con un salón no muy grande pero sí muy limpio y agradable (a diferencia de otros lugares tradicionales que se han venido a menos con el tiempo). Si bien la especialidad es la pizza a la piedra, también la sirven al molde, aunque esa quedará para la próxima visita. Los sabores que ofrecen son los clásicos y los precios son muy acomodados, de hecho, creo que dentro de las buenas pizzerías es la más económica. Nosotros pedimos una grande mitad muzzarella, mitad napolitana sin ajo ($57). La masa es finita, aunque un poco “inflada” en los bordes, como debe ser, y con el punto de cocción justo, dorada pero no quemada. La cantidad de salsa y de queso  fueron perfectas y con muy buen sabor.
 


 

 

 
 También probamos la fainá ($6), grande, dorada y bien calentita; la fainazetta($12), cubierta con muzarella y cebolla, un gran acierto y la fugazaetta rellena ($12), rica, suave, la porción no era demasiado abundante, pero el queso llegaba hasta el final de la masa, así que aprovechable al 100% (lo cual no suele suceder con las pizzas rellenas).
Los postres son un capítulo aparte, el más caro está $20 y son enormes. Probamos la isla flotante con sambayón y estaba buenísima.
Acompañamos con una jarra grande  de moscato ($32) y un agua sin gas ($10). No dejen de ir, pero pasen el dato en voz baja, porque es chiquito y se llena rápido.

El Mazacote está en Chile y San José y solo aceptan efectivo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Espacio G, para probar, comprar y recomendar...


Espacio G es una tienda especializada en vinos Premium. Vas a encontrar vinos exclusivos, que no se consiguen en supermercados o grandes cadenas de vinotecas. Para los más “ortodoxos”, también hay etiquetas tradicionales, y para los indecisos,  cuentan con un excelente asesoramiento por parte de los empleados del local. Hasta acá podría decirse que solo una “vinoteca gourmet”, pero no, Espacio G es más que eso. En primer lugar les cuento que todos los jueves y viernes hay degustaciones gratuitas de 17 a 20 hs. Yo fui el jueves pasado y tuve el placer de probar un “Sottano Reserva Blend” y un  “Quinto Sauvignon Blanc”. Los vinos, buenísimos, pero además debo destacar el recibimiento, la atención y las explicaciones brindadas por Juan Manuel y Martín, con quienes compartimos una pequeña pero muy interesante  charla acerca de los vinos argentinos en el mundo  y de quienes me llevé unas cuantas recomendaciones valiosas para mis futuras eno-compras. Por si esto fuera poco en Espacio G siempre hay descuentos por compras de  cajas cerradas y en las etiquetas degustadas, así como botellas sueltas con hasta un 50% de descuento. Yo compré dos varietales de  “El Esteco”, un blanco y un rosado, por $37 (las dos botellas), imperdible!

Espacio G está en Talcahuano 1177 y abre de lunes a viernes de 10hs. a 20hs., y los sábados de 10hs. a 14hs. Aceptan las principales tarjetas.

Visitalos en:

 

miércoles, 28 de agosto de 2013

Budín súper húmedo de zapallo kabutia y nuez


Sí, me declaro culpable, soy adicta al zapallo kabutia (o japonés). En otra oportunidad ya les conté a cerca de las bondades de esta hortaliza, pero por las dudas les recuerdo que, en su mejor época, es mucho más dulce y sabroso que la calabaza o el zapallo anco. Esta vez, tomando una receta de budín de calabaza que ví en algún lado, se me ocurrió reemplazar la calabaza por kabutia asado y el resultado fue increíble. Probá cocinar en el horno un zapallo kabutia cortado al medio, envuelto en aluminio, y vas encontrar un sabor inigualable, muy dulce, y con un dejo a fruta seca, que combina más que bien con las nueces de esta receta.

Para el budín vas a batir 2 tazas de puré de zapallo ya frío con 2 y ½ tazas de azúcar, 1 taza de aceite y 4 huevos grandes. Perfumás con vainilla y canela, y le incoporás 3 y ¾ tazas de harina con 1 cda. sopera de polvo leudante. Finalmente, agregás 1 taza de nueces picadas (o la fruta seca que más te guste) y dividís la preparación en dos budineras grandes, enmantecadas y enharinadas. Los tenés que cocinar en horno medio por 1 hora o un poquito más. Como siempre, hacé la prueba del palillo para verificar si está listo.
 

Si hay pequeños en tu casa podés reemplazar la fruta seca por trocitos de chocolate, los va a tentar mucho más y es una buena forma de que incorporen más verdura en su dieta.

miércoles, 21 de agosto de 2013

"Sabino", un intento fallido...


Sabino es uno de esos lugares que promete mucho pero queda en el intento. La ambientación es muy bonita, predomina la madera, aunque parece más bien una cabaña del sur, más que una taberna tipo Vasca, que es como se presentan. En la carta hay una gran variedad de pintxos (que serían las tapas para los madrileños), sandwichs, ensaladas y algunos platos elaborados. Al leer el menú, todo suena muy tentador, pero cuando llega a la mesa las expectativas se cubren a medias, y por el precio que cobran, no invita a volver.

Para empezar pedimos dos pintxos, uno de cordero braseado y uno de pollo al puerro. Ambos eran una especie de “guisado” servido sobre una tostada. El de cordero ($28), estaba casi incomible por el sabor fuerte de la carne, incluso tenía aroma como a establo. El de pollo ($26) estaba muy rico, aunque no dejaba de ser un poco de pollo con puerro y crema.

 
 
Como platos principales elegimos una ensalada “Sabino” ($80), que anunciaba hojas verdes, aceitunas negras, hongos, salmón rosado y reducción de aceto; y un marmitako de abadejo ($95) cuya descripción textual era: postas de abadejo en cocción de salsa de pimientos del piquillo con aliño de aceite de oliva y ajo asado acompañado por patatas bravas. Bueno, empecemos por la ensalada, las hojas, aceitunas y hongos estaban perfectos y en abundancia; ahora, el salmón a simple vista parecía ahumado, lo cual hubiera sido un problema para alguien que no come pescado crudo (ya que decía rosado, no ahumado), pero al probarlo no tenía gusto a nada, ni a ahumado, ni a salmón, en fin, deben cambiar el proveedor o revisar su forma de conservación de la mercadería fresca. Además la reducción de aceto brillaba por su ausencia y los condimentos que había en la mesa dejaban mucho que desear, el aceite no era oliva puro y el “pseudo-aceto” tenía gusto a tutifruti. El marmitako por su parte estaba rico, pero en la salsa no se apreciaba el sabor de los pimientos (parecía una salsa de tomate bien sabrosa), el aliño de ajo nunca lo encontramos y las “patatas bravas” eran unas rodajas de papa que de bravas solo tenían el nombre.

Por las dudas no nos arriesgamos a pedir postre.

La copa de vino más barata está $38, una exageración; y cuando consulté si tenían sidra la camarera me respondió: “…no estoy segura si queda, pero igual la que teníamos era de manzana…”, ¿?. La atención fue buena, pero ese tipo de ignorancia en un restaurant que cobra esos precios es totalmente inaceptable.

Les paso la dirección para que si un día pasan por la puerta, sigan de largo…Sabino está en Baez 401 (esquina Chenaut), Las Cañitas.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Clásico de clásicos, pionono...


Hoy, un clásico de clásicos, pionono. Sí, ya sé, lo primero que pensás es que la receta más simple consiste en ir a comprarlo al súper, pero te aseguro que una vez que lo hagas, nunca más vas a querer volver al industrial. ¿Por qué?, varias razones: lo podés hacer del tamaño que necesites, nunca se te va a quebrar cuando lo enrolles,  tenés la opción de saborizarlo, y lo más importante, es mucho más rico!. Si seguís los pasos que te cuento a continuación, es imposible que te quede mal, así que manos a la obra.

Antes que nada te digo que con las cantidades que te paso, sale una placa de 25cm x 35cm, según el tamaño de tu molde, podés agregar huevos, siempre respetando las proporciones. Yo usé 3 huevos, 30 grs. de harina, 30 grs. de azúcar y 2 cdas. soperas de miel. La regla es muy fácil, por cada huevo son 10 grs de harina y 10 de azúcar, pero si lo querés más grueso, le agregás 10 grs más de harina y 10 de azúcar, al total de la preparación (no 10 más por cada huevo).

Primero hay que batir los huevos con el azúcar a punto letra, o sea hasta que puedas hacer un dibujo con el batido y se mantenga el trazo por unos segundos. Después, agregar la miel y unas gotas de vainilla (puede ser ralladura de algún cítrico también). Batir unos segundos más para integrar y dejar la batidora. Por último, agregar la harina con movimientos envolventes y volcar sobre una placa forrada con papel bien enmantecado (sin enharinar). Antes de llevar al horno, pasar un dedo por todo el borde, como haciendo un surco entre la masa y los laterales del molde, y cocinar en horno fuerte entre 10 y 12 minutos. Retirar y desmoldar sobre un paño. Con mucho cuidado sacar el papel y enrollar con el paño. Dejar entibiar un poco, sacar el paño y volver a enrollar pero esta vez con el papel.    
 

miércoles, 7 de agosto de 2013

U.G.A.B. segunda vuelta, un viaje con los sentidos...


Ya de vuelta en Buenos Aires, decidí seguir viajando con los sentidos, y esta vez me fui para mi amado medio oriente.

Hace un tiempo les conté que fuimos a U.G.A.B. a comprar comida armenia para llevar y que la experiencia fue muy buena, así que ahora decidimos reservar para ir a cenar un sábado.

La organización es perfecta, como el salón es amplio las mesas están a la distancia correcta unas de otras, y cada camarero tiene asignado un sector, con lo cual es muy fácil ubicar al tuyo, aunque hay padres atentos en todo momento para que a nadie le falte nada (sí, padres, recuerden que las cenas son organizadas y manejadas por alumnos y familiares para recaudar fondos para el viaje de egresados a Armenia).

Las entradas frías están a la vista y son muy variadas, los platos parecen chicos pero les aseguro que cuando se empiezan a servir, resultan interminables.



 

 

 
 
Antes de pasar a detallar lo que comimos debo mencionar que de la mayoría de las cosas se puede pedir media porción, cobran el 60% del precio del plato completo, y es  ideal para probar un poco de todo sin gastar de más.

Pedimos una ensalada Belén (muy rica, y para nada aceitosa, $36)

Un  Subereg (delicioso, $40)
 

Medio Pasha Bereg con verdura (algo nuevo para mí, y que seguro repetiré, $24)

Medio Shish Kebab de Lomo (perfecto el punto de la carne, $36)

 

 
 

Medio Shish de cordero (eran 4 “bolas” de carne picada de cordero muy especiado, cubiertas con yogur y acompañadas de verduras y pan árabe, muuuuy sabroso, $31,20)

Para terminar, 1 porción de torta de higos (un poco seca esta vez, pero cuando está bien hecha es excelente, $24)

Acompañamos con un Callia Alta Shiraz ($40) y un agua mineral ($16).

Cobran $10 de cubierto y sirven pan árabe calentito. Un detalle: te reponen el pan caliente sin que lo pidas, Aleluya!!!

Importante: durante la cena hay un pequeño show de baile armenio interpretado por los alumnos y les digo que por unos instantes la música conjugada con los aromas hace que nuestros sentidos viajen hasta medio oriente y quieran quedarse ahí por un buen rato.

Repito los datos por si te perdiste la entrada anterior:

U.G.A.B está en Armenia 1322, teléfono 4773-2820/1522, y tanto el salón para cenar como la comida para llevar están en el subsuelo. Eso sí, sólo aceptan efectivo. Abren viernes y sábado por la noche.