martes, 21 de junio de 2016

Mermelada de damascos sin azúcar y sin cocción!



Hace rato que vengo viendo unos damascos disecados muuuy tentadores, súper carnosos y brillantes en un local de mi barrio. La semana pasada me rendí ante la tentación y los compré, ya con una idea en la cabeza: mermelada. No tenía receta, así que me guié por el instinto y el resultado fue genial. Hacer mermelada con fruta disecada tiene muchas ventajas: no necesita cocción, por lo que se hace muy rápido y mantiene las propiedades de la fruta; no hay que agregarle azúcar ni otro tipo de endulzante, por lo que es sanísima; podés hacerla todo el año, no tenés que esperar a que tu fruta preferida esté de temporada.
Lo único que hice fue remojar 2 tazas de damascos secos durante 12 horas (si están muy secos pueden tardar un poco más), hasta que estuvieron bien tiernos. Pasado este tiempo los escurrí, les agregué un par de dátiles sin carozo (son optativos, sólo para aumentar el brillo y el dulzor) y procesé todo incorporando solo un par de cucharadas del líquido de remojo. Eso es todo…y a disfrutar!!!!

Obviamente podés hacerlo con cualquier otra fruta disecada, duraznos, peras, ciruelas, higos, etc…


lunes, 13 de junio de 2016

Dátiles, dulce y sana tentación...(con receta de yapa)



Hasta hace un tiempo muchos asociaban los dátiles a la época de las fiestas de fin de año, como las pasa de uva o los higos secos. En realidad hoy por hoy se consiguen todo el año, y cada vez son más consumidos, en especial por todos aquellos que llevamos una alimentación saludable. Su sabor y su textura no tienen absolutamente nada que ver con la de otras frutas disecadas, como las pasas, los higos, las ciruelas, los duraznos y los damascos. Cuando son buenos y están bien maduros, parecen una mermelada, y no es exagerado eh!.Dependiendo de la variedad, pueden ser más o menos dulces, y su sabor puede ir de algo frutado a algo más “lácteo”, como manteca o dulce de leche…una delicia. La principal producción se concentra en medio oriente, donde hay cientos de variedades, lamentablemente acá llegan solo 2 o 3. Los que más se consiguen son los “Medjool”, oscuros, grandes y más frutados, y los “Deglet Nour”, color más tirando a ámbar, un poco más chicos y con un sabor que recuerda a un caramelo “butter toffee” (son los de la foto)



Los dátiles, además de ser deliciosos, tienen muchas propiedades:

-        Aportan energía: unas 300 kcal cada 100 grs. En la antigüedad, los habiantes del desierto han llegado a sobrevivir meses alimentándose solo de dátiles.
-        Tienen vitamina A, B, D, Ey K, potasio, cobre, magnesio, calcio y hierro: gracias a lo cual favorecen el sistema inmunológico, el desarrollo muscular, el sistema nervioso y previenen la anemis.
-        Alto contenido de fibra: no solo favorece la función intestinal, sino que ayuda a regular los niveles de colesterol. Si bien tienen un gran contenido de azúcar, son un alimento con bajo índice glucémico. De hecho, muchas investigaciones concluyeron en que un consumo promedio de 100grs diarios, no aumenta los niveles de azúcar en la sangre y reduce los triglicéridos; sí que, si nos moderamos, todos podemos consumirlos.
-        Regulan el PH: son alcalinizantes, contrarestan el estado de acidez del organismo.

Son ideales para reemplazar el azúcar o la miel en preparaciones dulces, o para comer solos en lugar de una golosina cuando tu goloso te sale de adentro.

Y para terminar les cuento un dato curioso, y un poco triste: promediando lso años 50, en Argentina, más precisamente en “Quines”, provincia de San Luis, se comenzó a gestar un proyecto para el desarrollo de la producción de dátiles en el país. Hubo una gran inversión, y hasta se construyó un centro de investigación. Con los años y los cambios políticos, todo quedó en la nada, y en 1993 se remató el predio (pueden leer la historia en http://www.eldiariodelarepublica.com/sanluis-sugente/Los-Datiles-en-Quines-las-mil-y-una-noche-20150720-0016.html).
Actualmente, en “Patquía”, provincia de La Rioja, hay gran cantidad de palmeras datileras, que dan muy buenos frutos, pero lamentablemente no hay un plan de comercialización, y es por eso que los dátiles que llegan al mercado son 100% extranjeros. Perdón si ofendo a alguno, pero ésto es una muestra más de la gravísima falta de administración de los recursos en Argentina, tanto por parte del Gobierno, como de las empresas privadas; y no sigo porque no quiero amargarme ni amargarlos….A comer dátiles, para endulzar el paladar y el alma!

Yapa: trufas en 5 minutos!

Procesá una taza de dátiles sin carozo y mezclalos con coco rallado y alguna fruta seca piacada hasta que se forme una “masa” que no se te pegue en las manos. Formá bolitas, pasalas por coco o cacao amargo y listo!!! Las podés saborizar con vainilla y alguna ralladura cítrica.

lunes, 30 de mayo de 2016

Pan 100% sarraceno, 0% gluten



Hoy en día son cada vez más los que optan por eliminar el gluten de su dieta, ya sea por intolerancia o por una elección de estilo de vida. Mi idea no es ensalzar ni demonizar al gluten, ya basta con la guerra “virtual” al respecto, creo que cada uno debe alimentarse según sus gustos y necesidades, aprendiendo a escuchar a su cuerpo. Más allá de eso, les propongo hacer un pan de trigo sarraceno, apto celíacos y enemigos del gluten. A los que no saben muy bien qué es el trigo el sarraceno les cuento que es un “pseudo cereal”, si bien se le llama “trigo” no pertenece a la familia de las gramíneas y no contiene gluten. Es muy rico en proteínas, fibra, minerales y vitaminas del grupo B principalmente. Se consigue en grano (para consumir como arroz, cebada o trigo candeal, o para germinar) o en forma de harina, ideal para preparaciones aptas para celíacos.


Ahora que ya está presentado, procedo a utilizarlo…


Este pan es muy simple, súper saludable y más que fácil, ni siquiera se amasa!

Ponemos en el bowl 500 grs de harina de trigo sarraceno, ½ cda. de sal y mezclamos, en el centro agregamos 30 grs de levadura fresca, 1 cda. sopera de miel de caña o azúcar  de mascabo, 1 cda. de aceite de oliva o de coco y 450 cc de agua tibia. Mezclamos con cuchara de madera, tiene que quedar una “pasta” cremosa, similar a la mezcla de un budín. La tapamos y la dejamos en un lugar cálido por unas 3 horas, o hasta que veamos que creció y se formaron alvéolos (como agujeritos en la masa). Lo volcamos en un molde enaceitado, y lo dejamos levar 1 hora más. Lo cocinamos en horno medio por 45 a 50 minutos, hasta que al clavar un palillo éste salga limpio. El resultado es un pan muy húmedo, de sabor intenso. A esta receta básica se le pueden agregar semillas de cualquier tipo. Recomiendo guardarlo en heladera para que no se reseque. 


lunes, 23 de mayo de 2016

Dulce de membrillo y mascabo, y 3 recetas de yapa…



Una vez más, mis primos me trajeron membrillos de su quinta y, el mismo día que los recibí y noté que estaban a punto,  puse manos a la obra (es inconfundible el aroma cuando están maduros). Además de hacer un dulce increíblemente rico y natural, preparé jalea, una mouse de membrillo y ciruelas, y una infusión.

Antes de pasarles las recetas les cuento que el membrillo no solo es rico, sino que tiene muchas propiedades que benefician nuestra salud, la principal es su gran contenido de pectina. La pectina es un excelente aliado para luchar contra la gastritis, ya que desinflama las paredes del aparato digestivo, y también ayuda a regular la función intestinal. Aporta magnesio, vitaminas A y C y algunas del grupo B, como el ácido fólico, así que las futuras madres deben tenerlo presente en su dieta.

Ahora sí, a ponernos en acción…

El primer paso a seguir para las 4 recetas es lavar bien la fruta, cortarla al medio, y hervirla por una media hora. Pasado ese tiempo, retirar los membrillos y reservar el líquido de cocción. Ese mismo líquido, colado, lo podés tomar frío o caliente con un poco de limón y miel, y resulta delicioso y muy digestivo. Primer receta, lista!
Cuando los membrillos perdieron temperatura, hay que pelarlos y retirar el corazón con las semillas. No descartes nada, porque con las semillas vas a hacer la jalea. Una vez que tenés la pulpa separada, la pesás, la procesás y la ponés en una olla bien profunda con el mismo peso en azúcar. Yo usé azúcar de mascabo y quedo buenísimo, si no te animás podés probar poniendo mitad mascabo y mitad común.  Es importante que la olla sea profunda porque el dulce salpica, y muuucho!!!.  Ahora solo es cuestión de paciencia, tenés que cocinar el dulce a fuego medio sin dejar de mezclar en ningún momento, porque se pega y se quema enseguida. Vas a notar que después de unos 40 minutos el dulce empieza a tomar un color levemente rojizo, y a espesarse. Dependiendo de la cantidad, podés llegar a tardar entre 1 y 2 horas hasta lograr el punto exacto para hacer dulce sólido, lo que se llama “en pan”. Para darte cuenta del punto, además del color característico, tenés que ver que el dulce se despega del fondo de la olla, es ahí cuando lo retirás y lo ponés en el molde que le va a dar la forma. Lo enfrías y listo el dulce! Si lo querés tipo mermelada para untar, lo cocinás menos tiempo.


  
Para la jalea solo tenés que poner a hervir las semillas en abundante agua por unos 20 a 30 minutos, hasta que veas que el agua se tiñe de un color ámbar oscuro. La colás, le agregás 1 kg de azúcar por litro de agua y la cocinás por unos 40 a 50 minutos hasta que toma un color rojizo. Para probar el punto retirás un poco, lo dejás enfriar y tiene que quedar como una miel espesa. Lo envasás y lo consumís como si fuera una mermelada. 

 
Y llegó el turno de la mousse. Simplemente separé una parte de la pulpa y la cociné al vapor unos 15 minutos más, hasta que estuvo bien tierna. Le agregué unas ciruelas secas, esencia de vainilla, ralladura de limón y miel. Procesé hasta obtener una textura cremosa y ahí terminó mi cuarta y última receta. Esta mousse o crema se puede comer sola, usar como relleno de torta o alfajorcitos, y hasta me atrevo a decirte que sin la miel, y mezclada con batata, puede resultar un acompañamiento ideal para una comida salada.
 

miércoles, 11 de mayo de 2016

Crema de cacao y tahini…para empalagarse sin culpa



Hace un tiempo les mostré como hacer una versión de chocotorta ATP (apta todo público, omnívoros, veganos, crudiveganos y celíacos), para la cual hice un dule a base de dátiles y cajú, como reemplazo del dulce de leche. Bueno, partiendo de la misma base se puede lograr una crema muy similar a la “nutella”, que le quita el sueño a más de uno. Les recuerdo cómo hacer el símil dulce de leche y después les cuento qué agregar para llegar a la crema soñada. Para el dulce tenemos que poner en remojo, por separado, 2 taza de dátiles y 1/2 taza de castañas de cajú. Pasada 1 hora, escurrimos y ponemos todo en la licuadora (o vaso del mixer), agregamos agua hasta cubrir, un chorrito de vainilla, y empezamos a licuar hasta lograr una textura cremosa (si es necesario incorporamos más agua). Una vez que tenemos el dulce le incorporamos 2 cdas. de cacao amargo de buena calidad y 1 cda. de tahini (pasta de sésamo) y mezclamos bien. La cantidad de cacao depende de cuán intenso lo quieras, y el tahini le aporta un sabor muy parecido al de las frutas secas que le queda increíble. Y si querés sumarle aún más sabor, ralladura de naranja y a ser felices que la vida es hoy…