Antes de que empiecen a preguntarse ¿no lleva manteca, ni huevos?, ya les digo que no, solo van a necesitar harina, crema y leche (y algún opcional para saborizar). Hay miles de recetas de scons, y para mí, las mejores son las que llevan bastante manteca, pero esta versión es mucho más fácil, rápida y el resultado son unos scons muy ricos y livianos. Para hacerlos tenemos que poner en un bol o sobre la mesada 2 tazas de harina leudante, hacemos un hueco en el centro y agregamos ½ taza de leche y ½ taza de crema. Si los queremos dulces entonces le vamos a incorporar 4 cdas. de azúcar y esencia de vainilla o ralladura cítrica; y si los queremos saladitos, vamos a reemplazar el azúcar por queso rallado, y alguna hierba. Debemos formar una masa uniendo todos los ingredientes pero sin amasar demasiado, y tratando de agregar la menor cantidad de harina extra posible. La estiramos de 1 cm de espesor y la doblamos al medio, volvemos a estirar un poquito y con un cortante pasado por harina cortamos los scons. Los colocamos sobre una placa enmantecada, separados por un par de cm porque van a crecer. Los cocinamos en horno medio por unos 20 minutos. Para una mejor presentación podemos pintarlos con huevo antes de llevarlos al horno. Los que ven en la foto tienen pintitas porque los hice con queso rallado.
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