Todos sabemos que el peceto es un corte de carne muy magro y
que por ello debe cuidarse mucho su punto de cocción ya que puede llegar a
resultar extremadamente seco. Para no correr riesgos, esta vez opté por una
cocción lenta, ¿cómo?...muy fácil. En una cacerola grande (tiene que entrar el
peceto entero, yo tenía dos de 1 kg cada uno) puse un chorrito de aceite de
oliva, sellé la carne por todos sus lados y la condimenté con sal y pimienta. Después
agregué dos cebollas cortadas groseramente, dos hojas de laurel, tres cdas, de
aceto balsámico y la cubrí con vino tinto. La tapé y la cociné a fuego mínimo
por dos horas. Cada media hora fui girando la carne para que se cocine parejo.
A medida que pasaba el tiempo iba tomando colorcito hasta que quedó súper
tentadora. Cuando ya estuvo casi lista le agregué unas arvejas previamente
cocidas. Yo lo acompañe con verduras asadas, pero vos elegí la guarnición que
más te guste.
Ah!, si preferís, podés cocinarlo en el horno, en una fuente profuda y tapado con papel aluminio. El resto del proceso es igual.
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