viernes, 7 de octubre de 2011

A cuidarnos sin privarnos...

La entrada de hoy es una especie de preámbulo para una nueva sección que próximamente incluiré en el blog: "Recetas saludables". No me gustan los términos "diet" o "light", porque realmente no les encuentro sentido. Yo asocio lo sano con ciertos hábitos que hacen a un estilo de vida y no con una dieta determinada. Creo que hay miles de alimentos que nos pueden ayudar a mejorar nuestra calidad de vida, y que solo es cuestión de probarlos y aprender a incorporarlos a nuestro menú cotidiano.
Antes de empezar a subir recetas, voy a darles algunas sugerencias generales para tener en cuenta: 

Es importante que a la hora de cocinar vegetales, recurramos al horno, microondas o la vaporiera y no al hervor, ya que éste último le quita muchos de sus nutrientes.
-  No usemos el rocío vegetal comprado, ya que es imposible saber qué es lo que realmente contiene ese aerosol. Es recomendable comprar un contenedor de plástico con gatillo (como los de limpieza) y cargarlo nosotros con aceite.
- Cuando rehogamos lo ideal es utilizar el rociador  para dosificar la cantidad de aceite y evitar los excesos. Siempre procuremos que no sea mezcla, y en lo posible que sea de oliva. En el caso del de girasol, maíz o soja, al calentarlos, cambia la composición química de los ácidos grasos del aceite, saturándose. Esta condición puede ser la base para que el organismo genere colesterol de forma similar a los alimentos de origen animal. Por esta razón, se recomienda que estos aceites sean utilizados en forma cruda para condimentar y no para cocinar.
- Cuando condimentemos ensaladas, siempre midamos el aderezo por cucharadas para evitar los excesos.
- Reemplacemos los productos lácteos enteros por descremados.
- Si queremos suavizar una salsa, en lugar de usar crema, usemos queso blanco.
- En todos aquellos aderezos fríos cuya base original sea la crema (por ejemplo la ensalada waldorf), la misma puede reemplazarse por yogurt natural.
- Lo ideal es evitar el uso de mayonesa, pero ahora existen en el mercado opciones sin colesterol que, utilizadas en pequeñas cantidades, aportan pocas calorías y una cantidad muy poco significativa de grasas. 
- A la hora de rebozar milanesas o supremas, agreguemos al pan rallado un poco de avena y semillas (lino, sésamo, girasol, chía). No solo son saludables, sino que dejan la preparación mucho más rica y crocante.

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