miércoles, 26 de diciembre de 2012

Pan dulce alemán, con masa almendrada...

El año pasado, para esta misma época, publiqué una receta de pan dulce y dije que, para mí, era la ideal, hoy les digo que me equivoqué. Si bien el resultado era excelente, llevaba demasiado tiempo y convengamos que el tiempo es un recurso bastante escaso, es por eso que decidí emprender una nueva búsqueda de la fórmula perfecta, y creo que la encontré.  Se trata de una receta propia adaptada de una original de "stolen" (pan dulce típico alemán)  que lleva harina de almendras y mazapán. La masa queda muy aromatizada, húmeda y delicada, y, dependiendo del clima, el proceso total, con cocción incluída, es de entre 3 y 4 horas. Con las cantidades que les voy a pasar salen 2 panes de 750 grs. cada uno. Antes de ir a la receta tengo que pedir disculpas a mis ancestros italianos, porque debo reconocer que la pastelería, panadería y repostería centro-europea le pasa el trapo a la del resto del mundo. Prueben este pan dulce y les juro que nunca más van a querer pagar un centavo ni en la mejor  de las confiterías.

El mazapán que incluye la receta lo pueden comprar en cualquier casa de repostería, o hacerlo en casa procesando 60 grs. de almendras peladas con 50 grs. de azúcar impalpable y ½ clara de huevo (se conserva en la heladera hasta el momento de utilizar.

Para empezar hacemos una esponja con 45 grs de levadura fresca, 1 cda. de azúcar, 1 cda. de harina y dos cdas. de leche tibia, que dejamos descansar por 10 minutos tapada. Aparte ponemos en un bol 425 grs. de harina y 100 grs. de almendras peladas y molidas a polvo. Hacemos un hueco en el centro y agregamos 200 grs. de manteca, 100 grs. de mazapán, 1 huevo, 1 cda. de azúcar, la esponja de levadura,  ralladura de naranja, esencia de vainilla y dos o tres gotas de agua de azahar (es optativa).  Amasamos muy bien hasta formar un bollo tierno y liso (las proporciones son exactas, así traten de no agregar harina extra, salvo la necesaria para despegar la masa de sus manos o de la mesada). Dejamos levar por una hora en un lugar cálido, van a ver que crece mucho. Desgasificamos la masa y agregamos 100 grs. de pasas de uva (previamente remojadas en 3 cdas. de ron, whisky o cognac) y 250 grs. de frutas secas tostadas (la variedad que más les guste). Amasamos nuevamente para integrar  las frutas y dividimos en dos bollos que vamos a dejar levar tapados hasta que dupliquen su volumen. Pasado ese descanso estiramos los bollos en forma rectangular y los enrollamos. Los colocamos sobre una placa con papel enmantecado en la base, dejamos descansar nuevamente y luego los cocinamos en horno moderado por unos 45 minutos. Para que la cocción sea pareja, ponemos una placa con agua en el piso del horno y así generamos vapor. Retiramos y dejamos enfriar. Yo los decoré con glasé y cerezas, pero eso va en el gusto de cada uno. Conviene hacerlo al menos un día antes de consumirlo para que se conjuguen bien todos los sabores.


miércoles, 19 de diciembre de 2012

Crackers de salvado


En realidad no estaba muy segura de cómo “rotularlas”, porque son como unos trocitos de masa muy finitos y crocantes ideales como “snack”, para remplazar el pan en las comidas, acompañando algún dip o queso untable, y hasta para la hora del mate. Son muy, pero muy fáciles y además, súper rendidoras. Con la receta que te voy a dar sale un bol chico lleno, pero te recomiendo, una vez que lo hayas probado, hacer el doble o triple de cantidad, porque si se guardan en envases herméticos, duran muchísimo tiempo. Solo hay que mezclar 2 cdas. soperas de harina común con 2 cdas. soperas de salvado de trigo, 1 cdita. de polvo leudante y 1 cdita. de sal. Agregar 1 cda. de aceite y 2 o 3 cdas. de agua hasta formar un bollo. Estirar con la ayuda de un palote y un poco de harina extra hasta que quede bien finita (como si fuera masa para pastas). Pinchar con un tenedor, cortar de la forma que más te guste, y cocinar en placa limpia, horno fuerte, por unos 15 minutos o hasta que estén sequitas (no se tienen que llegar a dorar). Dejar enfriar y guardar.
 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Wasabi´s, sushi y algo más...

La semana pasada recibí una invitación para ir a cenar a “Wasabi´s”, un restaurant donde la especialidad es el sushi, aunque también sirven algunos otros platos de cocina oriental. Como mis padres nunca habían probado el sushi, decidí ir con ellos para que vivan la experiencia, al menos una vez en su vida (porque estoy casi segura que jamás lo harían por cuenta propia). El lugar no es muy grande, pero el espacio está muy bien aprovechado, con mesas y sillas muy cómodas, y un sillón con mesa bajita, ideal para compartir en grupo. También hay una barra que ofrece tragos en una especie de patio techado.

Para empezar te sirven tres pequeños dips con cosas muy ricas: acelgas salteadas, pepinos agridulces y un queso crema con cebollín (poco original, pero rico al fin), ah!, y unas cosas infladas que parecen nabo frito o algo por estilo, súper “etéreas”.
 
Yo no soy amante del sushi, pero debo reconocer que aquí lo hacen muy bien y los precios son más que accesibles. Mi papá pidió una tabla de “philadelphia rolls”, uno de los más típicos, relleno de salmón y queso philadelphia ($41 las 10 piezas, excelente, poco arroz y mucho relleno, como debiera ser siempre).
 
Mi mamá y yo optamos por los woks, uno de langostinos y otro de pollo, ambos excelentes, con variedad de vegetales y arroz para acompañar, la salsa deliciosa ($55 y $52, muy abundantes).

 
Lo único criticable es el punto del arroz en los woks (demasiado “al dente”, tirando a crudo) y el precio de las bebidas, $17 sin alcohol, $60 el vino más barato. La atención es muy buena y hasta el mismísimo dueño se encarga de levantar o atender mesas si es necesario. Más allá del precio de las bebidas, el balance final es bueno y lo recomiendo ampliamente.
Wasabi´s está en Thames 1810, abre todos los días (mediodía y noche) y aceptan tarjetas.

lunes, 10 de diciembre de 2012

"Noches notables", cultura & gastronomía, un combo más que tentador...

Esta vez les voy a pasar el dato de un evento que seguramente a muchos de ustedes les resultará más que interesante.

“Noches Notables” es el ciclo gastronómico y cultural exclusivo del grupo “Los Notables”, integrado por
Bar El Federal, Café Margot, Bar de Cao, Celta Bar y Café La Poesía. En cada una de sus ediciones propone una cita íntima, protagonizada por personalidades notables y maridada con historias de vida.
Recuerdos, anécdotas y testimonios serán los prólogos perfectos para una cena inolvidable. Luego ofrecen una cena muy original como para cerrar una "deliciosa" noche.

Por “Noches Notables” ya pasaron el periodista cultural Ezequiel Martínez y los arquitectos Clorindo Testa y Juan Fontana. En la próxima edición, que va a ser el 20 de diciembre en el concert del Celta Bar (Sarmiento 1701), va a estar Martín Churba, diseñador de indumentaria que superó los límites del género textil, el corte y la confección. Durante la charla contará cómo se inició en el diseño, hará un repaso por su formación, comentará sus emprendimientos comerciales y sus proyectos solidarios, compartirá sus pasiones y su interpretación de la indumentaria como pieza de identidad social. 

El precio del evento (charla y cena) es de $160 y  ya están tomando reservas a la casilla rsvp@nashicontenidos.com. A partir el lunes ya se pueden comprar las entradas en Celta Bar (Sarmiento 1701), en donde va a ser el evento.

Les cuento el menú que acompaña la velada:

Tabla Porteña

Aperitivo
Campari Notable & triolet

Principal
Jamón Crudo, Queso de Cabra
Pavita en escabeche, Tortilla de papas
Cantimpalo de Campo, Tomates secos
Pan casero

Bebida
Copa de Luigi Bosca Syrah
Agua con o sin gas

Postre
Queso fontina con dulce de batata o membrillo
Copa de de espumante Luigi Bosca Brut Nature

Café
Especialidad de la casa & Petit fours


Tabla Mediterránea

Aperitivo
Campari Notable & triolet

Principal
Lomo horneado con hierbas, Caccio Cavallo
Berenjenas con bocconcinos, Sopresatta, Bruschetas con anchoas
Aceitunas rellenas gourmet (ajo, anchoas, nuez, provolone)
Pan Casero

Bebida
Copa de Luigi Bosca Merlot
Agua con o sin gas

Postre
Flan casero con crema o dulce de leche
Copa de de espumante Luigi Bosca Brut Nature

Café
Especialidad de la casa & Petit fours


Tabla Escandinava

Aperitivo
Campari Notable & triolet

Principal
Blanco de pavita, Queso brie
Bondiola serrana, Palmitos con salsa golf
Boquerones, Queso azul
Pan casero

Bebida
Copa de Luigi Bosca Pinot Noir
Agua con o sin gas


Postre
Strudel de manzanas con crema y canela
Copa de de espumante Luigi Bosca Brut Nature

Café
Especialidad de la casa & Petit fours

martes, 4 de diciembre de 2012

Hamburguesas ATP...


Sé que mucha gente asocia la palabra “vegetariano” con algo aburrido, soso, light, etc…pero en realidad, si nos ponemos a pensar, muchos de los platos que comemos a diario son vegetarianos, aunque nosotros no lo seamos, como la pizza, las pastas, la provoleta, algunas empanadas, polenta con salsa y queso y muchísimas cosas ricas y contundentes que nos apartan de los “pre-conceptos” que mencioné al principio. Yo no soy vegetariana, pero me gustan mucho las verduras, las legumbres y los cereales y es por eso que hoy decidí hacer unas hamburguesas de lentejas y arroz que quedan buenísimas y resultan aptas para “omnívoros”, vegetarianos y hasta celíacos. Son muy ricas, fáciles y económicas, ¿qué más querés? Antes que nada te cuento que las cantidades son aproximadas y los condimentos a gusto, así que podés darle tu toque personal y probar varias combinaciones. Yo elegí lentejas y arroz integral, pero quedan perfectas con cualquier legumbre y algún grano (arroz blanco, trigo, cebada perlada, las últimas dos siempre que no sean para un celíaco, por supuesto). Para empezar mezclé dos tazas de lentejas y una taza de arroz integral (ambos bien cocidos) con 2  cebollas de verdeo picadas y lo procesé. Condimenté con sal, pimentón, comino, orégano y ají molido (si te gusta, le podés agregar ajo). Uní todo con una clara de huevo y como la mezcla estaba un poco húmeda, le agregué salvado de avena hasta que la pude moldear con las manos (si son para celíacos hay que reemplazar el salvado de avena por otro seco que sea apto). Formé las hamburguesas y listo! Si las vas a consumir el mismo día, guardalas en la heladera, sino, en el freezer, siempre  con separadores para que no se peguen entre sí. Para cocinarlas podés hacerlo en una sartén, plancha o al horno con un poco de rocío vegetal, cuidando que no se pasen para que no queden secas.

martes, 27 de noviembre de 2012

"Galidón", uno más para la "lista negra"


En el barrio de Nuñez, más precisamente en Udaondo y Av. Libertador, está ubicado “Galidón”. Es uno de esos restaurants que siempre que paso digo: “…algún día tenemos que venir…”, pero ese día nunca llega, hasta hace un par de semanas que decidí  reservar una mesa y probar. El cartel de su frente lo anuncia como “grill, pasta & fish” (parrilla, pasta y pescado), pero la realidad es que el 90% de los clientes piden parrilla, y después de mi experiencia entendí el porqué. Éramos tres y pedimos un plato cada uno, sin entradas, porque, a juzgar por el tamaño de las parrilladas de las mesas vecinas, creímos que los platos serían muy abundantes, cosa que fue relativa, son porciones justas para uno, yo diría “demasiado” justas. Comimos una ensalada de pollo, tomate, rúcula, aceitunas negras y tomates secos ($52, rica pero escueta), un wok  de pollo, con vegetales y fideos ($55, pasable) y sorrentinos de calabaza con salsa caprese ($59, ricos, pero con demasiado tomate y pocos boconccinos).



Como todavía quedaba espacio en nuestros estómagos decidimos probar la tarta tibia de manzana con helado y frutos rojos ($37, pequeña, masa blanda y rara).


El cubierto sale $13 y no se justifica, una panera completa pero tradicional y una crema muy fea para untar. Ah!, otro punto en contra, me ofrecieron aceto y oliva para la ensalada, pero el aceite que me trajeron era de girasol y cuando se lo dije al mozo me contestó que era el único que tenían. La atención es buena, pero no alcanza para superar la mediocridad que prima en el resto de los aspectos. Definitivamente yo no vuelvo, pero si por esas cosas de la vida te toca visitarlo, optá por la parrilla, parece que es lo único que los mantiene en pie.

lunes, 19 de noviembre de 2012

¿“Sopa inglesa” o “Sopa argentina”?…las cosas por su nombre


Es verdad que sobre gustos no hay nada escrito y que no existe una única receta para ningún plato de cocina, pero hay ciertas preparaciones tradicionales cuyos ingredientes esenciales deben respetarse para no perder el espíritu de la misma. Uno puede cambiar los ingredientes de una receta original, y de hecho muchas veces el resultado es mejor, pero no sería correcto seguir llamando al plato por su nombre si es que su “esencia” se perdió con ese cambio. Bueno, lamentablemente en Argentina se cometió ese grave error cuando se incorporó en la carta de postres la famosa “sopa inglesa”. La ofrecen las pizzerías más tradicionales y algunas confiterías y, si bien cada cual tiene su versión, lo más común es que se trate de un bizcochuelo muy embebido con alguna bebida alcohólica y con dos cortes de relleno, uno de crema chantillí y otro de dulce de leche, coronado por más crema y con una cereza, frutilla o durazno en almíbar de decoración. Yo les voy a contar, a grandes rasgos, un poco de la historia de su origen y ahí van a entender por qué digo que no podemos llamar “sopa inglesa” a lo que nos venden como “sopa inglesa”.

Su nombre original en italiano es “zuppa inglese”, sopa por lo húmedo de la masa e inglesa por que la idea fue tomada del “triffle” que era un postre inglés de la época isabelina, originalmente compuesto de una base de masa suave, mojada en vino dulce (como madeira, oporto o similar), enriquecida con trozos de frutas o frutas del bosque, y cubierta con crema pastelera, siendo como el trifle una forma de aprovechar las sobras de los ricos pasteles de la época. En algunas zonas de Italia se reemplazó la fruta fresca por fruta abrillantada, pero el resto de los ingredientes (bizcochuelo aireado, bebida alcohólica, crema pastelera) siguen siendo denominador común de este postre. La importancia de la crema pastelera llega a tal punto que algunos dicen que se llama “sopa inglesa” porque los italianos le llaman “inglesa” a la crema pastelera. No estoy segura de esto último, pero sí de que la crema chantillí no tiene nada que ver con la “sopa inglesa” y el dulce de leche menos aún (de más está aclarar que “nuestro” dulce de leche no puede ser parte de ninguna receta original que no sea argentina).

Aquí les dejo una foto de la sopa inglesa que sirven en la pizzería “Santa María”, en Chacarita. Es muy rica, tiene una mezcla de crema con dulce de leche,  pero dista mucho de lo que debería llamarse “sopa inglesa” (sin ofender a los amigos de “Santa María” que hacen una de las mejores pizzas de Buenos Aires).

martes, 13 de noviembre de 2012

Gengi´s house, una caricia para el paladar, el cuerpo y el bolsillo....

El mes pasado leí un artículo sobre un lugar, de cocina tipo “lejano oriente” (ellos se hacen llaman “grill mongol”, pero es muy pero muy parecida a la comida china tipo cantonesa) donde se podía comer  sano, rico, rápido y barato, y por supuesto enseguida me dije: tengo que ir. El comentario venía de una fuente confiable así que no lo dudé y el sábado pasado reservé mesa para tres. El sistema es muy diferente a lo que uno está acostumbrado y, aunque la atención es un poco informal, el servicio es muy ágil. Para empezar te dan un plato hondo (parece chico pero es muy profundo) para que vos llenes a tu gusto con variedad de carnes (pollo, cerdo o vaca), verduras de todo tipo (zanahoria, choclo, cebolla, brotes de soja, brócoli, calabaza, etc…), hongos, tofu y frutas.


Después le das el plato a una persona que lo completa con fideos (de arroz, al huevo o integrales) o arroz, según lo que vos prefieras y algunas salsas y condimentos a tu gusto. Una vez lleno el plato (no tengas miedo de llenarlo muy bien porque ellos tienen mucha habilidad para colocar encima los fideos y que no se caigan, es casi un arte) pasa al sector de cocción. Aquí viene lo mejor, todo se cocina en una gran plancha circular cuya temperatura está a un paso del infierno, y sin utilizar ningún tipo de materia grasa, tan solo un poco de agua para ayudar, si es necesario.


La cocción en sí no tarda mucho más de cinco minutos y el resultado es asombroso, todo queda a punto, jugoso y crocante a la vez, y muy pero muy rico. Además en la mesa tenés salsa de soja, semillas de sésamo y salsa agridulce con jengibre a tu disposición sin cargo extra.




El precio del plato es único ($42) y no cobran cubierto (si las pedís, te traen tostaditas de pan blanco). La bebida sin alcohol está $15 y hay cerveza (porrón desde $18) y vinos (de $30 el chico más barato). Si el lugar se llena, la atención puede entorpecerse un poco, pero en todo momento son muy amables y atentos.  El lugar está muy bien ambientado, aunque no lo recomiendo para una salida romántica o algo por estilo.

Abre todos los días, tienen desayunos y meriendas y aceptan tarjetas.

Gengi´s House está en Riobamba 1179.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Ñoquis de berenjena

Creo que ya mencioné en más de una ocasión que una de mis comidas preferidas son los ñoquis. Sí, algo que parece tan simple, pero que puede resultar un total fracaso si no se tienen en cuenta pequeños detalles tales como la proporción de harina, el condimento inicial de la masa o el punto exacto de cocción. He probado varias recetas y combinaciones, pero debo reconocer que la clásica de papa es insuperable. Esta vez decidí darle un toque diferente y, en lugar de condimentarlos con alguna hierba o especia, remplacé parte de la papa por pulpa de berenjena, ¿el resultado?, buenísimo, quedan muy sabrosos y súper livianos. Te paso la receta y te aconsejo que no dejes de hacerlos, son riquísimos y si tenés niños en la familia, resultan una excelente forma de incorporar verduras en su dieta.

Con las cantidades que te voy a dar salen cuatro porciones generosas.

Para empezar hay que cocinar casi 1 kilo de papa con su cáscara (tienen que quedar 700 grs de papa cocida pelada). Una vez tiernas, pelarlas y pisarlas hasta hacerlas puré. Dejar enfriar. Aparte cocinar 2 o 3 berenjenas (al horno o al vapor, para que no absorban agua) y obtener 300 grs. de pulpa sin piel. Procesar la pulpa con 1 huevo y agregar al puré de papa, condimentar con sal, pimienta y nuez moscada (condimentar en forma “exagerada”, porque al agregar la harina todo se neutraliza). Incorporar 300 grs de harina con 1 cdita. de polvo leudante. La cantidad de harina puede variar según el tipo de papa y el tamaño del huevo, pero nunca debe exceder el 30% de los ingredientes húmedos. Tomar un bollo tierno y formar rollitos para luego cortar los ñoquis. Agregar harina solo si es necesario (para que no se peguen en la “ñoquera” o en la mesada). Cocinar en agua hirviendo con sal y retirar una vez que suben a la superficie. Podés acompañarlos con la salsa que más te guste, pero yo te aseguro que con cualquier salsa a base de tomate van a quedar increíbles.


jueves, 25 de octubre de 2012

Pequeños secretos...


Esta vez no voy a darte una receta sino pequeños consejos para hacerte más fácil tu vida en la cocina. Vas a ahorrar tiempo, plata, calorías y disgustos, así que prestá mucha atención.

Cebollas multiuso

Cortá las cebollas en pluma y colocalas en un a asadera, agregá un poco de sal y tapalas con papel aluminio. Cociná en el horno removiendo cada 10 o 15 minutos hasta que estén completamente tiernas y “dulzonas”. Si te gusta, al final de la cocción agregá un poco de vino blanco o cognac y cociná destapado por unos minutos más. Una vez listas corregí el punto de sal.  Estas cebollas te sirven para ensaladas, rellenos, salsas, mezcla de hamburguesas, como acompañamiento de alguna carne, sandwichs, etc…Conservalas en la heladera en un frasco hermético. Son deliciosas y súper sanas,  porque no llevan ningún tipo de materia grasa en su cocción.

Hojas de brócoli

La próxima vez que compres brócoli ni se te ocurra tirar las hojas, no sabés lo ricas que son. Las cocinás como si fuera acelga, pero el resultado es una verdura de un sabor mucho más suave y delicado.

Azafrán en hebras

Si tenés de la suerte de conseguir azafrán en hebras no lo desperdicies agregándolo así como viene en tus comidas. Para que el azafrán suelte todo su aroma y color es necesario tostarlo levemente primero, ¿cómo?, muy fácil: ponés las hebras en una cuchara o un pequeño recipiente y lo colocás sobre la llama, en unos segundos vas a ver que las hebras empiezan a “moverse”, retiralas antes de que se quemen y en ese mismo momento hidratalas con unas gotas de agua, ahora sí están listas para usar.

Frutas secas en el freezer

Cuando tengas muchas frutas secas y sepas que no las vas a usar todas en un futuro inmediato, no dejes que se pongan rancias, guardalas en el freezer y andá sacándolas a medida que las necesites, se conservan hasta un año perfectas.

Sal saborizada

Todos los restos de polvo que te vayan quedando en los especieros podés agregarlos al salero y así tener siempre a mano una sal más “divertida” para agregar a tus platos.

Albahaca siempre fresca

Hay algunas formas de conservar las hojas de albahaca sin que se pongan mustias o se oxiden en pocas horas, pero la realidad es que al cabo de unos días, inevitablemente, ésto va a suceder. Te recomiendo picar la albahaca, colocarla en un frasco de vidrio, cubrirla con aceite y conservarla en la heladera. Dura hasta dos meses sin problemas y sirve para aderezar pastas, pizzas, ensaladas, quesos, o lo que más te guste.

martes, 16 de octubre de 2012

Budín de algarroba

Hoy te voy a contar cómo hacer un budín de esos que todo el mundo te dice: “…está buenísimo, pero, ¿qué le pusiste?...”. No solo es riquísimo, sino que además es muy sano, porque está hecho con harina de algarroba. Antes de darte la receta, te dejo una breve reseña a cerca de donde se obtiene esta harina y cuáles son sus principales beneficios.

Las chauchas maduras (oscuras o claras, según la variedad) del algarrobo permiten obtener una harina muy dulce, con sabor bastante parecido al cacao y con muchas propiedades nutricionales y terapéuticas. En la composición de la harina de algarroba se destaca la presencia de un 40-50% de azúcares naturales (fructuosa, glucosa, maltosa y sacarosa). Esto evita la adición de azúcar, cosa que sí requiere el cacao por su sabor amargo. Posee mucho hierro (más que el hígado vacuno), calcio (más que la leche), magnesio, fósforo, cinc, silicio, manganeso y cobre, destacándose por su gran contenido de potasio y bajo contenido de sodio. A nivel vitaminas, tiene buena presencia de A, B1, B2, B3, C y D. Además no posee gluten (es apta para celíacos) y posee pocas grasas (3%), pero de excelente calidad. Otro aspecto importante de la algarroba es su riqueza en fibra, sea cuantitativa (13%) que cualitativamente (posee fibras solubles, como pectina y lignina). Esto aporta benéficos efectos a la flora intestinal. Otro componente importante de la algarroba es el tanino, antes considerado producto tóxico y hoy revalorizado dentro del grupo de los polifenoles, con virtudes antioxidantes y protectoras: evitan la formación de cancerígenas nitrosaminas, refuerzan los capilares, son antinflamatorios, antirreumáticos y benéficos para el corazón y los riñones.


Ahora que ya conocés un poco más sobre el ingrediente “estrella” de hoy, vamos a poner manos a la obra. Para empezar hay que mezclar 2 huevos con 1 taza de azúcar, ½ taza de aceite neutro y 1 manzana chica rallada. Perfumar con vainilla y ralladura de naranja y agregar 1 pote chico de yogur natural o de vainilla (de 125 grs), 1 taza de harina de algarroba y 1 taza de harina de trigo, con 2 cditas. de polvo leudante. Volcar en un molde de budín lubricado y enharinado y cocinar en horno moderado por 50 minutos a 1 hora (sí, tarda bastante porque es muy húmedo). Si te gusta, le podés agregar frutas secas.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Masitas de queso...irresistibles...


Hoy te voy contar cómo hacer unas masitas de queso “adictivas”. Son como las que se venden en las confiterías por kilo (y que te las cobran como si estuvieran decoradas con oro), pero todavía más ricas. El único secreto está en la calidad del queso, tiene que ser de tipo duro (de rallar) pero muy sabroso, lleva poca cantidad, así que no escatimes con la calidad.
Son  muy simples. Solo tenemos que mezclar 160 grs de harina con 80 grs de queso rallado , 1 cdita de polvo para hornear y 1 cdita de pimentón o curry. Con estos secos y 100 grs de manteca fría, formamos un arenado. Agregamos 1 huevo y tomamos el bollo sin amasar demasiado. Dejamos descansar la masa en la heladera por ½ hora como mínimo. La estiramos de ½ cm de espesor y cortamos de la forma que más nos guste. Las pincelamos con agua y espolvoreamos con semillas, frutas secas picadas, sal gruesa, orégano o lo que tengamos a mano. Cocinamos en horno medio de 10 a 15 minutos, sin que se doren demasiado.

jueves, 4 de octubre de 2012

"Frenzy", yogur helado y algo más...

Una vez más, después de una rica y abundante cena, decidí optar por el yogur helado como postre. No dí muchas vueltas, fui directo a “Frenzy”, que ya lo había conocido en otra oportunidad y me había encantado. No solo el yogur es muy rico, sino que tiene cuatro variedades de sabores (natural, frutilla, maracuyá, dulce de leche) y muchísimos toppings para elegir.



Además es autoservicio, con lo cual vos podés elegir la combinación, en variedad y cantidad, a tu gusto. ¿Cómo funciona?, muy fácil: primero seleccionás el vaso donde te lo vas armar, después te servís el yogur, y finalmente agregás los toppings (hay galletitas, cereales, frutas secas, frutas frescas, etc…).



 


Vas a la balanza, lo pesás y pagás,  $10 los 100 grs. (no es para nada caro). También tenés la opción de elegir un par de postres con ingredientes “predeterminados” que los empleados te arman en el momento. Yo tomé yogur natural y de dulce de leche (este último es increíblemente rico) con frutas frescas (el melón estaba dulcísimo, espectacular); y los otros compartieron una copa tipo “Apple crumble”, con compota de manzana en la base, trocitos de masa crocante, y coronada con una muy buena cantidad de yogur (sabor a elección). Mi vaso, que fue al peso, salió $30 (muy grande), y el de ellos, “predeterminado”, $25.



 Como Frenzy es un “natural bar”, también podés encontrar ensaladas, sandwichs, wraps, licuados y muchas cosas más, todas muy tentadoras.

Frenzy está en Santa Fe 2682 y abre  de lunes a viernes de 8 a 23, sábados de 12 a 23 y domingos de 15 a 21.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Kussi, una buena opción en Belgrano


Hace un par de semanas salimos a cenar y cómo teníamos ganas de conocer algo nuevo decidimos probar en “Kussi”, un resto bar en el barrio de Belgrano que tiene una carta simple, pero tentadora: pastas, carnes, pescados, platos mexicanos y algunos orientales. El lugar es muy agradable y el ambiente bastante relajado, había desde familias con chicos hasta parejas jóvenes y grupos de amigos. La atención es excelente y para empezar te sirven una panera completísima (pan blanco y negro, caliente, tostaditas, focaccia) acompañada de una crema para untar, y solo cobran $6 el cubierto.
 
Como íbamos a pedir un plato cada uno y vimos que eran abundantes, no comimos entrada. Los principales fueron dos platos de pasta: agnolottis de ricota y nuez con salsa cuatro quesos y sorrentinos verdes de calabaza con salsa parissien ($54 cada uno, ambos con abundante relleno y muy buen sabor, lo único criticable es que la salsa de cuatro quesos no tenía queso azul y resultaba demasiado suave); y un plato de pescado: merluza a la leira ($42, excelente, un trozo de merluza perfectamente cocido acompañado por un salteado de tomate, morrón, apio, aceitunas negras y champignon, increíble la combinación).


 
Regamos la cena con un “Norton” cosecha tardía ($45, lo traen en frapera con hielo) y un agua mineral ($13). No pedimos postre porque lo fuimos a comer a otro lado (me reservo la sorpresa para la próxima). Los precios están acomodados, pero además, si sos usuario de la Guía Óleo, tenés un descuento del 25% todas las noches. Kussi está en Juramento 2080, abre todo el día, todos los días, y aceptan tarjetas.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Bacalao a la gallega

Sé que cuando lean esta receta muchos pensarán que me olvidé de algún ingrediente, como cebolla, morrón o guindilla, pero la realidad es que depende de la zona de Galicia donde se encuentren, el término “a la gallega” puede variar. Yo decidí hacer la versión más simple, que me enseñó mi tío Luis cuando estuve de visita en su casa de Vigo. Él hizo una merluza a la gallega y hoy les cuento cómo hacer el bacalao, porque la salsa sirve para cualquier pescado, carne o verdura, es muy fácil y se hace en cinco minutos. Como el bacalao acá solo se consigue seco y salado, primero que nada hay que dejarlo en remojo por 24 horas, cambiando el agua 3 o 4 veces para desalarlo bien. Pasado ese tiempo yo lo cociné en agua hirviendo con una hoja de laurel hasta que estuvo tierno (unos 15 minutos). Mientras preparé la salsa, ¿cómo?, puse en una ollita una taza de aceite de oliva con tres dientes de ajo cortados en láminas. Cociné a fuego mínimo (sin que hierva) hasta que los ajos apenas empezaron a tomar color, retiré del fuego y lo dejé reposar unos minutos para que baje la temperatura, agregué una cucharada de pimentón dulce y ½ cucharadita de picante, mezclé y por último le incorporé tres o cuatro cucharadas del agua de cocción del bacalao. Se sirve el pescado acompañado por papa hervida y bañado con la salsa “gallega”.

martes, 18 de septiembre de 2012

El engaño del "Gulash"...


En una de mis últimas clases de cocina, Diego, mi alumno, eligió como plato el “Gulash”. Me encantó su elección, no solo porque me gusta comerlo, sino porque, modestia aparte, es una de mis especialidades, o al menos eso creía hasta ese momento. Es una receta muy simple, por lo que supuestamente no debería representar un gran desafío, salvo por un pequeño detalle que él olvidó mencionar: uno de los invitados para degustar el gulash, “Pipi”,  era descendiente de húngaros (para quienes no lo saben, les cuento que esta comida tiene su origen justamente en Hungría). Cuando Pipi entró dijo: “…qué buen aroma!...pero ahora les voy a decir si lo que ustedes hicieron es realmente Gulash o Pörkölt…”. Me quedé helada y le pedí una explicación al respecto. Así fue que me enteré que lo que todos conocemos como Gulash, incluso lo que venden como Gulash en afamados restaurants húngaros, no es Gulash. El verdadero Gulash (cuyo nombre completo es "bogrács gulyás”) se cocina en un caldero y su consistencia final es la de una sopa; en cambio el  pörkölt se elabora sin líquido añadido, haciendo un braseado inicial, donde se emplean los propios jugos de las cebollas y la carne. Pörkölt deriva del verbo húngaro "pörkölni" que significa "asar" o "chamuscar". El pörkölt se elabora siempre con carne, cebollas, pimentón en polvo, tomates o pasta de tomate, y semillas de alcaravea (esto es un debate entre los puristas) junto con variantes locales a la receta básica. Si se emplean iguales cantidades de carne que de cebolla, no existe la necesidad de añadir líquido alguno. Si se necesitara algo de humedad extra se añadirá pasta de tomate, a pesar de que los puristas están en contra de esta operación, se considera tradicional.Si se vierte crema ácida al pörkölt se convierte en lo que los húngaros denominan un paprikás. Cuando se elabora paprikás sólo se pueden emplear carnes ligeras como pollo, ternera o cerdo.

En muchos países fuera  de Hungría, existen variedades de pörkölt, por ejemplo en Austria, Alemania y la República Checa, el pörkölt se sirve casi siempre bajo el nombre de gulash, por lo tanto la confusión aumenta entre los dos platos.

Otro dato importantísimo:cuando a uno le dicen “gulash” inmediatamente piensa en Spätzle como acompañamiento, ERROR. El Spätzle  es un tipo de pasta de origen alemán, y es en Alemania donde se lo utiliza como acompañamiento. En Hungría, originalmente, el Gulash o el pörkölt, suele acompañarse de ensalada de papa y perejil, pasta en forma de grano, comerse con pan,  u otros alimentos de carbohidrato.

 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Papillote...fácil, rápido y rico...qué más querés?


Lo importante de hoy no es la receta en sí, sino el método de cocción. Es una técnica en la que los alimentos se cocinan en un  envoltorio resistente al calor, como el papel de aluminio o un papel para horno (tipo vegetal). Es ideal para pescados, pollo, verduras y frutas. Yo esta vez usé filet de merluza, papa, repollitos de Bruselas y cebolla de verdeo, pero  las posibles combinaciones son infinitas. Para armar el papillote puse un trozo de papel de aluminio sobre la mesa y en el centro coloqué la porción de pescado, condimenté con sal y pimienta y agregué la papa y los repollitos, ambos ya cocidos. Para terminar mezclé queso crema con cebolla de verdeo picada y cubrí la preparación con esta “crema”.
 
 Hice un paquete doblando y cerrando como si fuera una gran empanada y lo cociné en horno fuerte por 25 minutos (es lo que tarda en cocinarse el pescado, si fuera pollo te recomiendo unos 40 minutos).

 

 Obviamente todo lo que cocines de esta forma queda sabrosísimo porque los sabores se concentran y se conjugan unos con otros, además es muy práctico porque casi no ensuciás fuentes ni platos. Te doy algunas sugerencias  para que vos elijas la tuya: merluza con papa, brócoli, zanahoria, cebolla y crema; trucha con  tomate, aceitunas, muzarella y albahaca; pollo con zanahoria, zuchini, berenjena y salsa de soja. Y también podés hacer una versión dulce, combinando diferentes frutas con azúcar y especias.

viernes, 7 de septiembre de 2012

"El Pobre Luis", una parrilla con historia...

El miércoles por la noche tuve el honor de ser invitada por el mismísimo Luis Acuña a cenar a su afamada parrilla, “El Pobre Luis”. Luis, uruguayo, habiendo trabajado desde chico en un frigorífico, elige y corta sus propias carnes, una de las razones de su gran éxito.  Antes de “ir a los bifes” (nunca mejor dicho), les cuento brevemente la razón de la invitación. Hace unas semanas el diario “Clarín” publicó una nota sobre la historia de Luis y su parrilla, y hablando de unos de los cortes más emblemáticos de la Argentina, el bife de chorizo, Luis se preguntaba el porqué de esa denominación y proponía que quien lo supiera se lo enviara por mail; él a cambio, lo invitaría a probar un bife en su local. Se imaginarán que no pude con mi genio y decidí escribirle, aunque estaba segura de que miles de lectores también lo harían, y mi mail quedaría en el olvido, pero me equivoqué. Después de unos días recibí un llamado del propio Luis para agradecerme el mail e invitarme a visitarlo en su parrilla, no lo podía creer. Ahora sí, vamos directo a la experiencia en sí. Tal como él me había sugerido, le avisé unas  horas antes que pensaba ir ese día para que él estuviera y nos conociéramos, enseguida me preguntó a qué hora iría y cuántos seríamos. Cuando llegamos teníamos una mesa esperándonos y enseguida nos trajeron la carta y una panera. Hasta el momento no había noticias de Luis, aunque el mozo, Sergio,  ya le había advertido de mi presencia. Cuando llegó la entrada, una provoleta perfecta, preparé la cámara de fotos y otro de los mozos, Walter,  prácticamente me “obligó” a ir con él hasta la parrilla para fotografiarme con los encargados de los fuegos, y ahí conocí a Beto.


Cuando terminaba mi sesión apareció Luis y solo con cruzar dos palabras corroboré lo que ya había percibido por su actitud desde el primer llamado que recibí, es una persona sumamente simple, humilde y agradable, y que llegó a donde llegó por  su esfuerzo y sus valores (entre ellos la familia).


Se acercó a la mesa a conocer a mis acompañantes (papá y mamá ligaron linda invitación) y nos contó un poco de su historia (búsquenla en internet, vale la pena). Después de una linda charla llegaron los platos principales, medio bife de chorizo y una pamplona de pollo, acompañados por una ensalada. El bife de chorizo se cocina con toda la grasa externa, lo cual logra el milagro de que, aún habiéndolo pedido cocido y no jugoso, la carne estuviera sumamente tierna, sabrosa y para nada seca. La pamplona muy rica, súper rellena y abundante. La ensalada fresquísima.


Cuando habíamos dado por finalizado el banquete Sergio sugirió traernos mollejas, una de las especialidades de la casa, y, ante la insistencia de Luis, no pudimos negarnos. Yo hace muchos años que las eliminé de mi dieta, pero no podía dejar de hacerle el honor a Luis, así que las probé y las volví a probar y …bueno, no me arrepiento. No las filetean, y salen muuuuy crocantes por fuera y tiernas por dentro, pero sin nada de grasa, sin palabras.


Para terminar nos sirvieron un lemoncello delicioso hecho por Beto, el parrillero. Cuando pedimos la cuenta, Sergio nos dijo “NO”, y ante nuestra insistencia (ya que la invitación supuestamente era solo  para que yo probara un bife de chorizo) su respuesta fue: “…tengo órdenes de no traerla…”. Debo aclarar que la atención no solo fue excelente con nosotros, sino que todas las mesas (y siendo miércoles estaba casi lleno) fueron atendidas de forma cálida, rápida y eficaz. Conclusión, tuvimos una gran noche y no solo a nivel gastronómico, ya que Luis y toda su gente nos hicieron sentir como en casa. Más allá de que esta vez la cena fue invitación les digo que los precios son totalmente acordes a la calidad de  los productos que ofrecen y que si un día tienen ganas de darse un gustito (porque obviamente es más caro que las parrillitas de barrio) y disfrutar de excelentes carnes y en un ambiente más que ameno, no dejen de ir. Ah!...no llegamos a comer postres, pero los vimos pasar y estaban muy tentadores.
 “El Pobre Luis” está en Arribeños y Blanco Encalada. Aceptan tarjetas y no abren los domingos.