jueves, 25 de octubre de 2012

Pequeños secretos...


Esta vez no voy a darte una receta sino pequeños consejos para hacerte más fácil tu vida en la cocina. Vas a ahorrar tiempo, plata, calorías y disgustos, así que prestá mucha atención.

Cebollas multiuso

Cortá las cebollas en pluma y colocalas en un a asadera, agregá un poco de sal y tapalas con papel aluminio. Cociná en el horno removiendo cada 10 o 15 minutos hasta que estén completamente tiernas y “dulzonas”. Si te gusta, al final de la cocción agregá un poco de vino blanco o cognac y cociná destapado por unos minutos más. Una vez listas corregí el punto de sal.  Estas cebollas te sirven para ensaladas, rellenos, salsas, mezcla de hamburguesas, como acompañamiento de alguna carne, sandwichs, etc…Conservalas en la heladera en un frasco hermético. Son deliciosas y súper sanas,  porque no llevan ningún tipo de materia grasa en su cocción.

Hojas de brócoli

La próxima vez que compres brócoli ni se te ocurra tirar las hojas, no sabés lo ricas que son. Las cocinás como si fuera acelga, pero el resultado es una verdura de un sabor mucho más suave y delicado.

Azafrán en hebras

Si tenés de la suerte de conseguir azafrán en hebras no lo desperdicies agregándolo así como viene en tus comidas. Para que el azafrán suelte todo su aroma y color es necesario tostarlo levemente primero, ¿cómo?, muy fácil: ponés las hebras en una cuchara o un pequeño recipiente y lo colocás sobre la llama, en unos segundos vas a ver que las hebras empiezan a “moverse”, retiralas antes de que se quemen y en ese mismo momento hidratalas con unas gotas de agua, ahora sí están listas para usar.

Frutas secas en el freezer

Cuando tengas muchas frutas secas y sepas que no las vas a usar todas en un futuro inmediato, no dejes que se pongan rancias, guardalas en el freezer y andá sacándolas a medida que las necesites, se conservan hasta un año perfectas.

Sal saborizada

Todos los restos de polvo que te vayan quedando en los especieros podés agregarlos al salero y así tener siempre a mano una sal más “divertida” para agregar a tus platos.

Albahaca siempre fresca

Hay algunas formas de conservar las hojas de albahaca sin que se pongan mustias o se oxiden en pocas horas, pero la realidad es que al cabo de unos días, inevitablemente, ésto va a suceder. Te recomiendo picar la albahaca, colocarla en un frasco de vidrio, cubrirla con aceite y conservarla en la heladera. Dura hasta dos meses sin problemas y sirve para aderezar pastas, pizzas, ensaladas, quesos, o lo que más te guste.

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