miércoles, 12 de marzo de 2014

"La Taberna de Don Ramón", un imperdible de Villa Gesell


El dato que les paso hoy es para aquellos que planeen visitar Villa Gesell en sus próximas vacaciones, ya que lamentablemente este restaurant ya cerró su temporada y se despidió hasta el próximo año.

La taberna de don Ramón es un restaurant de comida española, más precisamente gallega, en el cual también van a encontrar platos de cocina tradicionales, como pastas y parrilla, aunque yo les recomiendo probar las especialidades en pescados y mariscos. Antes de contarles lo que comimos no puedo dejar de mencionar a su dueño,  Ramón Noya, quien llegó a la Argentina desde su Galicia natal en el año 1952, y allá por los 70´decidió rumbear para la costa atlántica. En 1980 abrió la Taberna de Don Ramón en Villa Gesell y allí sigue hasta el día de hoy. Ramón está en todo, no se le escapa nada, todo tiene que salir en tiempo y forma y si no es así, él mismo se ocupa de agilizar el servicio, un verdadero ejemplo de compromiso. Lo pueden ver en primer plano llevando él mismo los restos de una mesa.
Bueno, ahora sí, vamos a lo nuestro. Para ir abriendo el apetito te sirven una copita de jerez con algunas cositas para picar y una buena panera (y sólo cobran $9 de cubierto).
 


 
De las entradas probamos las sardinas con cebolla ($35, muy buenas), excelente la idea de servir la cebolla aparte para que cada uno la dosifique a su gusto;
y las rabas ($70 la porción y $42 la media porción), ricas y para nada pesada la fritura.
Como principales elegimos el salmón blanco grillado ($68), increíble!, bien dorado y muy jugoso por dentro;
el lenguado con salsa de camarones ($110, para compartir) muy sabroso y delicado;
sorrentinos con salsa parissien ($72, súper abundantes, con una entrada se pueden compartir);
y un pollo grillado ($48). Cabe destacar que el último plato, que a simple vista es el más simple, estuvo muy bien servido y les digo por qué: a mí no me gusta la pechuga y siempre que pido pollo grillado del muslo, me terminan sirviendo un pedazo de pollo minúsculo,  deforme y grasoso (lo cual es entendible por la dificultad  que conlleva su deshuesado) y esta vez tuve la grata sorpresa de encontrarme con un “enorme” trozo de pollo dorado, crujiente y jugoso, sin una gota de grasa, un verdadero acierto.
A la hora de los postres dejamos la discreción de lado y nos jugamos con una “Súper copa” ($42, para 2 o 3), una bomba: dos bochas gigantes de helado de chocolate, crema, dulce de leche, nueces a más no poder, cerezas y caramelo;
 y el clásico flan casero ($22) que no nos defraudó.
Sin duda en Gesell hay muchísimas opciones gastronómicas interesantes, pero si no se quieren llevar sorpresas, al estómago o al bolsillo, yo les digo que no pueden dejar de visitar a Don Ramón.
La Taberna de Don Ramón está en Av. 3 (es la principal) y paseo 105. Aceptan tarjetas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario