lunes, 23 de mayo de 2016

Dulce de membrillo y mascabo, y 3 recetas de yapa…



Una vez más, mis primos me trajeron membrillos de su quinta y, el mismo día que los recibí y noté que estaban a punto,  puse manos a la obra (es inconfundible el aroma cuando están maduros). Además de hacer un dulce increíblemente rico y natural, preparé jalea, una mouse de membrillo y ciruelas, y una infusión.

Antes de pasarles las recetas les cuento que el membrillo no solo es rico, sino que tiene muchas propiedades que benefician nuestra salud, la principal es su gran contenido de pectina. La pectina es un excelente aliado para luchar contra la gastritis, ya que desinflama las paredes del aparato digestivo, y también ayuda a regular la función intestinal. Aporta magnesio, vitaminas A y C y algunas del grupo B, como el ácido fólico, así que las futuras madres deben tenerlo presente en su dieta.

Ahora sí, a ponernos en acción…

El primer paso a seguir para las 4 recetas es lavar bien la fruta, cortarla al medio, y hervirla por una media hora. Pasado ese tiempo, retirar los membrillos y reservar el líquido de cocción. Ese mismo líquido, colado, lo podés tomar frío o caliente con un poco de limón y miel, y resulta delicioso y muy digestivo. Primer receta, lista!
Cuando los membrillos perdieron temperatura, hay que pelarlos y retirar el corazón con las semillas. No descartes nada, porque con las semillas vas a hacer la jalea. Una vez que tenés la pulpa separada, la pesás, la procesás y la ponés en una olla bien profunda con el mismo peso en azúcar. Yo usé azúcar de mascabo y quedo buenísimo, si no te animás podés probar poniendo mitad mascabo y mitad común.  Es importante que la olla sea profunda porque el dulce salpica, y muuucho!!!.  Ahora solo es cuestión de paciencia, tenés que cocinar el dulce a fuego medio sin dejar de mezclar en ningún momento, porque se pega y se quema enseguida. Vas a notar que después de unos 40 minutos el dulce empieza a tomar un color levemente rojizo, y a espesarse. Dependiendo de la cantidad, podés llegar a tardar entre 1 y 2 horas hasta lograr el punto exacto para hacer dulce sólido, lo que se llama “en pan”. Para darte cuenta del punto, además del color característico, tenés que ver que el dulce se despega del fondo de la olla, es ahí cuando lo retirás y lo ponés en el molde que le va a dar la forma. Lo enfrías y listo el dulce! Si lo querés tipo mermelada para untar, lo cocinás menos tiempo.


  
Para la jalea solo tenés que poner a hervir las semillas en abundante agua por unos 20 a 30 minutos, hasta que veas que el agua se tiñe de un color ámbar oscuro. La colás, le agregás 1 kg de azúcar por litro de agua y la cocinás por unos 40 a 50 minutos hasta que toma un color rojizo. Para probar el punto retirás un poco, lo dejás enfriar y tiene que quedar como una miel espesa. Lo envasás y lo consumís como si fuera una mermelada. 

 
Y llegó el turno de la mousse. Simplemente separé una parte de la pulpa y la cociné al vapor unos 15 minutos más, hasta que estuvo bien tierna. Le agregué unas ciruelas secas, esencia de vainilla, ralladura de limón y miel. Procesé hasta obtener una textura cremosa y ahí terminó mi cuarta y última receta. Esta mousse o crema se puede comer sola, usar como relleno de torta o alfajorcitos, y hasta me atrevo a decirte que sin la miel, y mezclada con batata, puede resultar un acompañamiento ideal para una comida salada.
 

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