miércoles, 11 de abril de 2012

Paseo gastronómico por San Pedro

Hace un tiempo que, con mi familia, uno o dos veces al año nos damos una vuelta por San Pedro (provincia de Buenos Aires). Más allá de algunos sitios históricos (como la “Vuelta de Obligado”, a 19 km de la ciudad) y de su hermoso paseo a orillas del río Paraná, la realidad es que nosotros vamos con dos objetivos bien definidos, obviamente ambos de origen gastronómico: los pescados de río a la parrilla, y la famosa ensaimada mallorquina. Para quienes no la conocen, la ensaimada es una masa dulce, apenas similar a un brioche, pero hecha con grasa de cerdo, lo cual hace que su textura sea más liviana. Se cocina en forma de espiral, se abre al medio y se rellena, tradicionalmente, con crema pastelera; aunque aquí se adaptó al gusto local y también las hay con dulce de leche. Obviamente, y con una finalidad meramente turística, ya existe en San Pedro “la ruta de la ensaimada” y por toda la ciudad hay publicidad de las confitería más importantes que la ofrecen. Como mi mamá es fanática de este manjar, cada vez que vamos probamos en un lugar distinto, y nunca nos defraudó. Ahora bien, en esta última oportunidad hemos dado con “EL” lugar. Es una panadería que, si bien está sobre la avenida principal, no tiene nada de publicidad y pasa totalmente inadvertida entre el resto de los negocios aledaños. Yo entré por casualidad y al ver la calidad del resto de los productos decidí comprar una ensaimada individual. No solo era igual o más rica que la de sus “populares” competidoras, sino que estaba a menos de mitad de precio, $6 contra $12 o $14 que nos pedían por el mismo tamaño en otros lados. Trajimos dos con pastelera y dos con dulce de leche, las rellenaron al momento y las envolvieron en cajitas para que lleguen bien a casa. El lugar se llama “La Delicia” y queda en Mitre 630.




Volviendo al tema salado, les cuento que los pescados de río son la estrella, y de los que ofrecen, el mejor, a mi gusto, es el dorado (también hay pacú, patí, surubí, boga, ricos, sí, pero no tanto como el dorado). Conviene pedirlo solito a la parrilla, porque lo mejor es la capa crujiente que se le forma en la superficie. También hemos probado pescado en varios restaurants de la zona, pero creo que esta última vez fue la mejor elección, “La Querencia”, en 11 de septiembre 55, a metros de la costa. El restaurant tiene un ambiente muy familiar, para nada lujoso, pero la atención es buena, y el dorado estaba INCREIBLE. No voy a dar mucho detalle, creo que las imágenes hablan por sí solas. ¿El precio?, $46 la porción (en la foto son dos porciones). La guarnición aparte. No es barato, pero vale cada centavo y no tiene desperdicio. Además, pidiendo una entrada, se puede compartir, porque el trozo es muy abundante y bien carnoso.


Para terminar el día no podés dejar de comprar en algún puesto callejero o sobre la ruta alguna naranja o mandarina. En esta época las mandarinas están a $2 o $3 el kilo y son deliciosas. También hay zapallo, calabazas, nueces y miel. Todo es muy sabroso y natural.

Si querés más datos sobre San Pedro ingresá a www.infoguiasanpedro.com.

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