jueves, 16 de febrero de 2012

Semillas para todos...

¿Cuántas veces habrás escuchado hablar de las propiedades de las semillas y su importancia en la alimentación?, en este último tiempo, seguro que muchas. La realidad es que todos sabemos que hacen bien, pero muchos no tienen idea de cómo usarlas, y les aseguro que no saben lo que se pierden. Algunas, como las de sésamo y girasol, tostadas, le aportan un sabor increíble a cualquier cosa que prepares. Otras, como las de lino, chía o amapola, por su aspecto, resultan muy decorativas, sobre panes o masitas.
Te voy a pasar algunas ideas y sugerencias para que, al menos de a poco, te vayas haciendo amigo de las semillas.

-          Todas las variedades pueden usarse crudas o tostadas en masas de panes, granolas, o ensaladas.
-          De girasol y sésamo: al tostarlas es cuando aparece su verdadero sabor (muy similar al de una fruta seca). Conviene tostarlas en el momento de usarlas y si te sobra, guardalas en envases herméticos. Ojo que después de una semana de tostadas pueden empezar a tomar un sabor rancio. Son ideales para agregar en ensaladas, espolvorear sobre tartas de verdura o mezclar en una granola. Las de sésamo se llevan bárbaro con la salsa de soja (buenísimas para aderezos), y las de girasol, tostadas con un poco de sal, son un snack diferente.
-          De chía, amapola y lino: tienen un sabor mucho menos pronunciado que las otras pero su color y textura las convierten en el ingrediente perfecto para agregar en masas de pan, galletas, grisines o muffins, y especialmente para decorar.
-          Las de lino conviene triturarlas un poco antes de usarlas porque es la única forma en que el organismo logra asimilar sus nutrientes.

Estas son solo algunas ideas, pero el tema no termina acá, porque cuando empieces a usarlas se las vas a querer poner a todo, y cuando leas las propiedades que te voy a contar a continuación vas a ver que, una vez más, sabor y salud van de la mano.
·    Amapola: sus semillas históricamente han sido empleadas como afrodisíaco. Por       otra parte, empleadas en cantidades acordes, las semillas de amapola pueden llegar a ser un buen sedante.
  • Sésamo : las semillas de sésamo (o ajonjolí, como también se lo conoce) ofrecen un gran aporte de calcio, hierro y ácidos grasos. Están muy recomendadas para el sistema nervioso central, además para ayudar a la concentración y la memoria.
  • Girasol: entre las principales propiedades del girasol se encuentra la de poseer ácidos grasos de gran calidad, que ayudan a reducir el riesgo de sufrir problemas circulatorios, infartos y otros males relacionados con el aparato cardiovascular.
  • Lino : son muy requeridas por su gran aporte de fibras, además de tener propiedades diuréticas y laxantes.
  • Chía: es fuertemente antioxidante, lo cual la convierte en un buen aliado para combatir el envejecimiento y todo tipo de problemas cardiovasculares, entre otras cosas. Son suavemente laxantes, aportan muchas fibras y colaboran con la depuración del organismo. Además de todo esto, la chía aporta buena calidad de proteínas, no tiene gluten (por lo que resulta recomendable para celíacos) y aporta minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc y vitaminas B.


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